El juicio contra el “cerebro” de la trama Emarsa, Jorge Ignacio Roca Samper, el ebanista jubilado Vicente Gil Usedo y sus dos hijos empresarios Vicente y Yolanda Gil Blay se ha suspendido por segunda vez al no haber sido citados varios testigos relacionados con las cuentas de Andorra abiertas para presuntamente desviar 690.000 euros de dinero público de la depuradora de Valencia. Roca ha llegado a pedir la nulidad de esta causa contra él al juzgarse blanqueo de capitales, un delito por el que no fue extraditado de Moldavia en 2016, donde se encontraba fugado desde 2011.
La vista oral ha arrancado este jueves con media hora de retraso, pero no ha durado ni diez minutos. La petición de la defensa de nuevo aplazamiento por la falta de testigos ha sido atendida por la titular de la sala Cuarta de la Audiencia Nacional. Roca ha pedido la palabra y ha solicitado la nulidad de la causa. “No se me puede acusar por un delito por el que no he sido extraditado”, ha señalado. La juez le ha contestado que atenderán su denuncia y estudiarán la situación, que no apoyan la Fiscalía ni las acusaciones, la Generalitat y la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi).
Roca considera que su caso es similar a la petición de euroorden contra Carles Puigdemont por tres delitos, que Alemania denegó al atender solo el delito de malversación y no los de rebelión y sedición. El Tribunal Supremo no quiso extraditarlo al no incluir los tres delitos.
El empresario salió de la cárcel el pasado 20 de diciembre y ha pasado en prisión tres años y medio. Además de esta causa en la que se enfrenta a cinco años de cárcel, le queda pendiente otra por delito fiscal por el que le piden 14 años en el que también están imputados el expresidente de Emarsa Enrique Crespo y el exgerente Esteban Cuesta.
El cerebro fiscal del caso Emarsa asegura que no se arrepiente porque “es de cobardes”. “Yo si me hubiese ido a Moldavia con mi pasaporte falso como tenía que haber hecho, no estaría aquí”, ha dicho. Roca ha explicado que en la actualidad trabaja en un bar de copas y continúa con medidas cautelares de retirada de pasaporte. Debe acudir al juzgado a firmar una vez por semana. El empresario calcula que esta causa se volverá a retrasar un año más por las comisiones rogatorias que se volverán a pedir a Andorra.
Las acusaciones han defendido que el juicio se podría haber celebrado con la información y los extractos bancarios presentes en la causa pero no ha sido suficiente para la magistrada.
Jorge Roca asegura que la sentencia que está pendiente del Tribunal Supremo, la de la rama principal del caso Emarsa, se ajusta en cuanto al dinero desviado, pero no respecto a los acusados. “No están todos los que fueron, falta gente que se llevó la pasta y no está”, ha sentenciado, al tiempo que recuerda que quedan políticos que estaban por encima de Crespo y Cuesta que “permitieron todo aquello”. “A mí me ofrecieron un dinero por hacer unas cosas y yo acepté, pero me dijeron que en Valencia no pasaba nada. Estaban muy protegidos”, ha relatado en declaraciones a eldiario.es.