Ciudadanos podría tener la llave del próximo gobierno de la Generalitat. Según la última encuesta, tendrá escaños suficientes para dejar a Alberto Fabra en la presidencia o, por el contrario, dejar la que izquierda, en caso de acuerdo, acabe con 20 años de gobiernos del PP.
El partido de Carolina Punset es deliberadamente ambiguo con su política de pactos postelectorales. “No hemos venido a hacer pactos de gobierno, hemos venido a hacer reformas”, ha dicho la candidata a presidir la Generalitat. Eso sí, aclarado que Ciudadanos no entrará en ningún gobierno en caso de no ser la lista más votada, Punset dispara con bala al partido de Fabra, al que acusa de haber arrasado el territorio. “A priori, es muy nocivo que haya un régimen de más de 20 años y la sociedad valenciana reclama un cambio”, dijo en marzo. Es “muy difícil, casi imposible” llegar a pactos de gobierno con nadie pero hay “más facilidades de llegar a acuerdos puntuales con Compromís, con el PSOE e incluso con Podemos” que con el PP.
Dicho y hecho. Ciudadanos, en apenas 48 horas, se ha fotografiado con todos los partidos que consideran fundamental sacar al PP –una “cleptocracia” o un partido “podrido”- de las instituciones. Primero, con las víctimas del metro. Y después, contra la destrucción del barrio del Cabanyal. Los populares eran los únicos ausentes en ambas imágenes, de gran simbolismo.
Algunos analistas consideran imposible que Ciudadanos apoye la continuidad del PP en la Comunitat Valenciana: su gestión estaría asociada a la corrupción y perjudicaría al partido de Albert Rivera de cara a las elecciones generales de este mismo año o, como tarde, en enero de 2016. Otros, sin embargo, creen que Rivera y Punset no tendrán problema en facilitar la continuidad del PP en el poder. Simplemente, será un apoyo condicionado. Y, entre otras cosas, Fabra deberá rectificar su posición con las víctimas del metro y el Cabanyal para conseguir los votos de Ciudadanos.