La Delegación del Gobierno de la Comunitat Valenciana ha remitido un escrito al Ayuntamiento de Bellreguard para que rotule las señales de la localidad “al menos en castellano”, después de que una persona reclamara la nulidad de una multa de aparcamiento porque la señal que lo expresaba estaba escrita exclusivamente en valenciano.
De este modo los servicios jurídicos de la Delegación del Gobierno han aportado a este requerimiento a Bellreguard -localidad de 4.500 habitantes y principalmente valencianoparlante- la jurisprudencia que existe sobre este tipo de conflictos, afirmando que para imponer una sanción de tráfico asociada a la existencia de una señal con leyenda dicho texto “deberá estar expresado, al menos, en castellano”, sin impedimento tampoco de que pueda estar escrito además en otra lengua.
Así atiende la Delegación del Gobierno a la queja del multado que llegó a reclamar la retirada de la multa a la Administración del Estado y al Síndic de Greuges porque la inscripción de la señal mostraba “als dos costats”.
El alcalde de Bellreguard, Àlex Ruiz (Compromís), ha afirmado que en principio no se cambiarán las señales hasta que se obtenga un informe jurídico de la obligatoriedad, especialmente teniendo en cuenta que la señalización escrita va vinculada a una visual que no requiere traducción para ser entendida. Por otro lado también ha señalado que trasladará sus quejas a la dirección de su formación política para que se pidan explicaciones sobre la imposición política del castellano.
En esta misma situación se encontró el Ayuntamiento de València que sí cambió finalmente una veintena de señales del centro de la ciudad rotuladas inicialmente sólo en valenciano, y que tras algunas quejas finalmente realizó una rotulación bilingüe.