Los trabajos que restauran el campanario de la Colegiata de la Seo de Gandia para recuperar su imagen del siglo XVIII han sacado a la luz las diferentes etapas de construcción desde el siglo XIII de este elemento identitario de la capital de la Safor.
El alcalde de Gandia, José Manuel Prieto, acompañado de la primera teniente de alcaldía y concejala de Patrimonio, Alícia Izquierdo; el edil de Urbanismo, Vicent Mascarell; el Abad de la Sede, Ángel Saneugenio; el arquitecto de la Colegiata, Jesús Roche; y el director arqueológico y supervisor técnico, Joan Negre, entre otros, han visitado este miércoles las obras.
El alcalde ha ha manifestado que “la obra está cumpliendo en el plazo. La ejecución es de 18 meses, y probablemente en Navidad ya tendremos una parte importante terminada, sobre todo en la fachada exterior de las cuatro caras del campanario, pero la ejecución última no estará hasta julio del año que viene”. De este modo, si todo va bien y siempre que esté la seguridad garantizada, en el mes de julio de 2025 el campanario ya podrá ser visitado en parte o en su totalidad.
La intervención, acordada con la Fundación para la Restauración de la Colegiata de Gandia, ha contado con un presupuesto de más de 687.600 euros, con la participación el Ajuntament de Gandia; la Generalitat Valenciana y la Diputació de València. La actuación ha sido posible gracias al acuerdo a que se llegó durante la pasada legislatura entre el Consistorio, la Fundación, la Diputación y la Generalitat, y se ha mantenido con los gobiernos actuales.
Hay que recordar, que las actuaciones comprenden una nueva iluminación y la restauración del exterior y el interior del campanario, con el objetivo que parte de él sea visitable y se sume así a la importante oferta cultural de Gandia.
“Yo no puedo más que felicitarme porque los gandienses estrenamos una nueva imagen del campanario, que es la imagen original, puesto que vamos a recuperar la imagen del S.XVIII, que es la reforma más profunda que se hizo de esta construcción gracias al fraile Trotonda, que fue un maestro de la ingeniería, porque diseñó una estructura muy singular. Es una cuestión de orgullo de ciudad poder poner a disposición de todos aquellos que quieran contemplarla y visitarla”, ha asegurado el alcalde.
Por su parte, la edil de Patrimonio ha recordado que el estudio arqueológico previo al inicio de la restauración del campanario se realizó durante el año 2023 y permitió documentar todas las fases del campanario y diseñar la estrategia de restauración. También identificar todos los grafitos de la Guerra Civil y anteriores, que han sido protegidos e integrados en la obra del campanario.
Actuación en dos partes
Las obras de restauración del campanario se iniciaron en febrero de 2024, con una primera fase de eliminación de los elementos impropios (cables, hormigón, anclajes de hierro, etc.); y el repicado de todos los enlucidos modernos del interior del campanario para recuperar la imagen original de los diferentes cuerpos del monumento. La actuación comprende dos partes: El cuerpo inferior, hasta la cornisa, fruto de las obras de Jaume II, Alfons el Vell y Maria Enríquez, que quedará enlucido exteriormente y con la piedra a caravista. La parte interior quedará también sin enlucir, dejando visible la obra de tapia, de mampostería y de sillar.
Otra parte es la que corresponde al cuerpo superior, por encima de la cornisa, fruto de la obra de Onofre Trotonda entre 1756 y 1768, en el cual se restaurará la obra de baldosa con que está hecha, recuperando al mismo tiempo los enlucidos originales y las decoraciones pictóricas a sus muros y elementos de ornado.
Dificultades técnicas
Como ha explicado Jesús Roche, las obras de restauración en la parte visible del campanario se atrasaron un poquito por la dificultad a la hora del montaje del andamio, con 25 plantas de 25 niveles de andamio. «Diseñamos una estructura que pudiera soportar todo el resto del andamio. Pesa casi 10 toneladas. Para hacerla se aprovecharon los vacíos que se abrieron de la fase de la parte medieval del edificio, que tiene dos fases: una del s. XII-XIV, que es de la primera fase de después de la conquista y de la fundación de Gandia como ciudad, y otra de Alfons el Vell que es de finales del XIV y principios del XV, y después ya se hace un añadido a esa fase en la época de Maria Enríquez“.
Roche ha explicado: “En esa primera fase constructiva la singularidad es que está hecha toda en piedra. Cuando se hace la segunda fase, que es ya en el s.XVIII, la ampliación se hace en baldosa y los 12 agujeros que hay se ciegan. Con la colaboración de la cátedra de Estructuras de la Universidad Politècnica, se hizo un estudio estructural que nos aseguró que no había ningún problema por estabilidad en poder abrir otra vez esos agujeros y que se pudiera percibir lo que es el campanario como no se ha visto nunca en Gandia, que es en la fase anterior al XVIII que se levantó”.
“Ahora ya podemos empezar a trabajar mejor y a analizar por fuera, cosa que hasta ahora no se había podido hacer, temas como, por ejemplo, la colorimetría, porque aparecen en el exterior algunos puntos que tenían color, temas de agujeros que han aparecido en las obras que es donde se creó el acceso para conservar ese reloj que hizo Maria Enríquez, y nos está llevando a acabar de conocer todo lo que es este edificio histórico de Gandia, que es un edificio que arranca cuando arranca Gandia en el s.XIII y que ha llegado hasta hoy”. Así, la restauración permitirá conocer la historia de la ciudad a través del campanario.