La dirección de Compromís, coalición que forma parte del gobierno de la Generalitat Valenciana y desempeña la alcaldia de Valencia, no ha llegado este martes a un acuerdo para cerrar el pacto con Podemos para las elecciones generales del 20 diciembre tras debatir la propuesta del partido de Pablo Iglesias de crear una plataforma específica, pero registrada en el País Valenciano y que combinaría las siglas de las dos formaciones y una marca genérica. La decisión, a la que se oponen las reticencias procedentes del Bloc Nacionalista Valencià, se someterá el próximo sábado a debate precisamente en el Consell Nacional del Bloc, uno de los partidos de la coalición valencianista. El acuerdo, aunque no es imposible, parece lejano. El Bloc cree que no garantiza la conformación de un grupo propio en el Congreso.
Sobre la mesa está la propuesta negociada con Podemos por dos de los partidos que integran Compromís, Els Verds-Equo e Iniciativa del Poble Valencià, el partido de Mónica Oltra, gran defensora del pacto. El documento atiende todas las condiciones exigidas desde el Bloc. Fija el nombre de la potencial coalición: “Podemos-Compromís. És el moment”. La nomenclatura, poco habitual por repetición de nombres y extensión, busca satisfacer varias de las líneas rojas de la militancia del Bloc y los independientes, Gent de Compromís, ambos contrarios al pacto, así como la decisión de Podemos de no aceptar fórmulas que no dieran protagonismo a su marca.
En primer lugar, el logo Compromís aparecería delante en las papeletas, aunque con la fórmula propuesta el nombre de Podemos también tiene protagonismo. En segundo, la referencia “És el moment” permite abrir la alianza a otras fuerzas o personas de izquierda y construir una gran coalición progresista en la Comunitat Valenciana. En tercero, marca la diferencia con la organización estatal de Podemos, cuyas papeletas, lógicamente, no estarán en los colegios electorales valencianos.
Es más: la coalición estará registrada en la Comunitat Valenciana, una de las exigencias de los contrarios al pacto en Compromís. Este requisito permite trabajar “con fuerzas de estricta obediencia valenciana”, como pedía Enric Morera, secretario general del Bloc. Y permitiría, en caso de obtener los diputados necesarios, crear un grupo valenciano en el Congreso, otra exigencia de parte de la coalición valencianista. En este punto, sin embargo, el Bloc discrepa. Cree que ese grupo -al que se accede con cinco diputados y un mínimo de un 15% de votos en cada circunscripción- no es viable legalmente.
La propuesta, titulada “És el moment”, también dice resolver con equilibrio el liderazgo de las candidaturas. Según la propuesta de Podemos e Iniciativa y Els Verds-Equo, los números uno de Castellón y Valencia serían para Compromís y el de Alicante para Podemos. El resto de las candidatura estaría diseñado en forma de cremallera, de manera que garantice un reparto equitativo de diputados entre las dos fuerzas. Además, también respeta una de las directrices de la direccción estatal de Podemos: que su nombre aparezca en las papeletas, a diferencia de lo que pasó en Catalunya con Catalunya Sí que es Pot.
El documento también recoge un borrador de programa electoral que luego se completaría con las aportaciones de todos los miembros de la plataforma electoral. La reunión de la dirección de Compromís, que comenzó a media tarde, se prolongó durante cuatro horas. Las negociaciones seguirán, ya contrarreloj: la candidatura conjunta, de cuajar, debe presentarse antes del 7 de noviembre.