Era un secreto a voces pero nadie lo había verbalizado hasta ahora, menos aún en una declaración judicial. El chalet en la lujosa urbanización El Tossalet en Xàbia (Alicante) era de Rita Barberá, según la declaración de un constructor al que el principal investigado en el 'caso Azud' pagó en efectivo obras en la vivienda familiar. “Es algo ampliamente conocido que esta casa es la casa de Rita Barberá”, afirmó el empresario Sebastián Gómez en su declaración como testigo ante la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil del pasado 15 de septiembre.
El acta de declaración, incorporada al sumario del 'caso Azud', reseña los pagos en efectivo, de hasta 57.000 euros, por obras en la vivienda, situada en una de las zonas más exclusivas de la costa valenciana. La fallecida alcaldesa pasaba cada verano parte de sus vacaciones en El Tossalet, en una vivienda en la que también veraneaban su cuñado, el letrado José María Corbín, y su hermana Asunción. Los investigadores de la UCO hallaron documentación relativa a los pagos por obras en el chalet e interrogaron al constructor.
El hombre mantenía contacto para los trabajos con Corbín y su mujer, jefa de gabinete de la alcaldesa. Aunque a Rita Barberá “únicamente la vio una vez en este inmueble mientras él estuvo trabajando”. Durante cierto periodo, el testigo se encargaba de encender la calefacción cuando el matrimonio acudía a la vivienda.
El empresario dijo a los investigadores que “en aquella época era muy normal cobrar en efectivo”. Así le pagaba Corbín “la mayor parte de las veces”. De hecho, Sebastian Gómez explica que en el periodo en que se abonaron las obras, las relaciones mercantiles en el ámbito de la construcción se basaban “en la confianza” y los tratos se hacían “de palabra”, sin formalizar documentos. Los pagos en efectivo se hicieron entre 2005 y 2010, según los recibís que figuran en el sumario.
El testigo reconoció su firma en los documentos que le exhibió la Guardia Civil relativos a los pagos, por un monto total de 57.000 euros. La declaración del constructor refuerza la tesis de la UCO y de la Fiscalía Anticorrupción sobre el manejo habitual por parte de Corbín y su familia (sus tres hijas figuran como investigadas en la causa) de un importante volumen de dinero en efectivo.
José María Corbín y el también letrado Diego Elum ingresaron una supuesta mordida de 2,2 millones de euros por parte de Acciona por trabajos de asesoría en el marco de una adjudicación millonaria del Ayuntamiento de València.
Por otro lado, un informe de Hacienda que figura en la causa sospecha que el despacho de Corbín obtuvo unos beneficios entre seis y ocho veces superiores a la media del sector de la asesoría jurídica. El cuñado de Rita Barberá ingresó 1,2 millones de euros en efectivo y cheques, según las pesquisas del 'caso Azud'.
Además, la Fiscalía Anticorrupción también sigue la pista de los premios en lotería de la familia, por 360.000 euros, de supuesta “procedencia delictiva”. El presidente de la Falla de Montortal-Torrefiel, agraciada con un premio millonario, aseguró que varios “representantes de entidades bancarias se interesaron por comprar, mediando su correspondiente prima del 10% o 15%, participaciones de la lotería premiada”.
A Corbín nunca le habían visto en esa falla de un barrio popular de València (la familia pertenece a la de la calle de Micer Mascó). El fiscal Pablo Ponce recuerda que se trata de un “mecanismo tradicional del blanqueo de capitales”.