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La directora de la residencia donde fallecieron la mitad de los usuarios niega falta de empleados pese a la sanción previa

Vista del juicio celebrado en Alcoi.

Lucas Marco

València —

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Ana María C., directora de la residencia de Domus Vi en Alcoi durante la crisis sanitaria de la pandemia del Covid-19, declaró este miércoles en condición de testigo ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Alcoi en el primer juicio en España por la vía civil contra la entidad gestora de una residencia de mayores. La mujer aseguró que no había falta de personal en la residencia privada de titularidad pública, a pesar de que la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas multó al centro con una sanción muy grave de 40.000 euros por falta de personal en un expediente iniciado pocos meses antes de la pandemia. La sanción, tal como informó este diario, reprochaba que la residencia no disponía del “personal establecido por la normativa reguladora de cada servicio, tanto en la dedicación como en la calificación profesional exigida y necesaria para el ejercicio de sus funciones”.

El departamento autonómico, que vio “riesgo y peligro para las personas usuarias”, constató que faltaban un médico y un técnico de animación sociocultural, según recordaba la testigo, que aseguró que el facultativo contratado tras la inspección “estuvo muy poco tiempo y luego ya se fue”. La testigo no recordaba si se sustituyó al médico.

Ya en plena pandemia, se contrató a una médico “para ampliar el equipo” y la Conselleria de Sanitat, tras tomar el control de la residencia el 18 de marzo de 2020, envió a una segunda doctora de refuerzo.

La testigo reconoció que el médico de la residencia, Hernán S., también realizaba guardias en el Hospital Virgen de los Lirios. “Tenía su jornada de lunes a viernes y pasaba las horas que tenía que hacer en el centro. Su horario era flexible porque tenía que ir al hospital”, explicó la antigua directora de la residencia.

Ana María C. también relató que los dos años anteriores a la pandemia hubo en la residencia sendos brotes de gastroenteritis. También confirmó que en 2019, varios familiares de residentes firmaron un escrito con su “percepción de que el personal era insuficiente”.

La noche del 13 de marzo de 2020, víspera de la declaración del estado de alarma, un primer residente dio positivo en Covid en el hospital al que había sido trasladado. “Nuestra prioridad era evitar que entrara en virus al centro”, dijo la antigua directora. Como en casi todo el país, las mascarillas eran insuficientes. A partir del 14 de marzo, en la residencia empezaron a tomar medidas con los pocos recursos con los que contaban. Dos días después, falleció el primer residente contagiado de Covid.

La directora de la residencia refutó la descripción del médico Manuel Pérez, jefe de la Unidad de Hospitalización Domiciliaria del Hospital Virgen de los Lirios, sobre el “caos” y la “hecatombe” que aseguraba haber presenciado en la residencia de Domus Vi. La testigo aseguró que las palabras del médico no respondían a la realidad.

“Los contagios eran de 15 en 15”

Tras el primer positivo confirmado, la residencia separó a los usuarios con síntomas de los asintomáticos. Sin embargo, tras un testado del conjunto de los residentes, realizado “mucho más adelante”, se dieron cuenta de que había positivos en Covid asintomáticos, con lo que la primera sectorización fue en balde.

La extrabajadora de Domus Vi destacó la virulencia del virus a consecuencia de la carga viral “muy fuerte”. “Los contagios eran de 15 en 15”, dijo.

Después de que la Conselleria de Sanitat tomara el control de la residencia “para reorganizar todo para contener el virus”, la empresa se vio obligada a duplicar el personal, poniendo a trabajar a todos los empleados a jornada completa.

Sin embargo, el hospital con el que se coordinaban los responsables de la residencia solo pudo aportar unas pocas batas y mascarillas, en un momento muy crítico en el que los profesionales de los centros sanitarios de toda España se fabricaban equipos de protección individual con bolsas de basura.

Sobre la aplicación de los protocolos, la testigo afirmó: “A partir del 14 de marzo, todo lo que nos estaba llegando [de Sanidad] lo aplicábamos en cuanto podíamos, era lo más inmediato posible”. “Era diario, los procedimientos iban cambiando de un día para otro”, apostilló.

La residencia de Cocentaina, también de Domus Vi, contaba con los mismos protocolos, según reconoció la antigua directora. Sin embargo, en la residencia de Alcoi murieron la mitad de los usuarios (74 fallecidos).

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