“La red transeuropea sigue incompleta; dirigir los esfuerzos a este reto contribuiría a mejorar la conectividad del territorio español con Francia y la competitividad económica”.
Así reza el Informe Semestral Europeo sobre Reformas Estructurales del pasado 27 de febrero el cual hace diferentes menciones sobre el desarrollo de los corredores Mediterráneo y Cantábrico.
El documento urge tanto a España como a Francia a que aceleren las obras puesto que toda la infraestructura a nivel europeo debe estar finalizada en el año 2030.
En concreto, en el punto referido a transporte y conectividad, el informe especifica que “dada la posición periférica de España una red bien conectada por ferrocarril es esencial para el acceso a los principales mercados europeos, para incrementar la competitividad y asegurar la cohesión territorial”.
Por este motivo, desde Europa recomiendan hacia dónde se deben orientar las inversiones del Gobierno español en los próximos años: “completar la red de ferrocarril transeuropeo (corredores Mediterráneo y Cantábrico) incluyendo los tramos transfronterizos, además de mejorar la conectividad con los puertos y las plataformas logísticas”.
El informe se dirige también a Francia en el mismo sentido al advertir que debe desarrollar “la conectividad con España lo que permitiría asegurar la circulación de trenes mediante la red transeuropea de transporte, en concreto con el Corredor Mediterráneo y el Cantábrico.
Al respecto, el Alto Comisionado del Corredor Mediterráneo, Josep Vicent Boira, ha comentado que este documento demuestra que cuando hablamos del Corredor Mediterráneo hablamos de una infraestructura “de dimensión europea” puesto que “de nada serviría que España hiciera los deberes si el resto de países no hacen lo propio”.
Boira ha asegurado que asumen el informe y que se ha incorporado al trabajo que vienen desarrollando sobre el Corredor: “nos lo tomamos tan en serio que el próximo 19 de junio vamos a tener una reunión en Bruselas para presentar una primera versión en pruebas de un sistema de información geográfico que permitirá conocer al detalle el estado de situación actual y futuro del Corredor”.
Sobre las advertencias lanzadas a Francia, Boira ha destacado que España es con diferencia el país europeo que más avanzado tiene el proyecto y ha advertido de que algunos tramos en Francia e incluso Italia van con retraso.
Como ejemplo ha puesto el tramo entre Perpinyà y Montpellier pendiente de modernizar “a largo plazo”, pero también otros a corto plazo como el cuello de botella de Le Soler o la solución política al túnel Lyon-Turín, atascado por problemas con el Gobierno italiano.
Boira ha recordado que el Corredor es una infraestructura pensada principalmente para mejorar la eficiencia del tráfico de mercancías, de ahí la importancia de que todos los países avancen en su consecución.