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El momento de la audiencia

Francesc Felipe

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Canal 9 nació sin internet, sin móviles, sin twitter, con un modelo audiovisual de carácter básicamente generalista y sin televisiones temáticas o servicios de vídeo a la carta. La antigua televisión fue un medio con una fuerte influencia de las televisiones privadas. Una televisión que fue para toda una generación el mejor ejemplo, a pesar de algunas honrosas excepciones, de qué televisión no tenemos que volver a hacer los valencianos. Fundamentalmente porque respondía a una agenda ilegítima de intereses de sus gestores y del poder político. La antítesis de lo que tiene que ser una televisión pública.

La televisión, pública o privada, es todavía hoy, en plena era digital de Netflix o Amazon, el principal medio de comunicación de masas. La nueva televisión pública valenciana ha nacido en un nuevo momento político en el País Valenciano pero también en un nuevo momento comunicativo en todo el mundo. Una encrucijada donde el papel de los medios de comunicación y del periodismo, o el que antes entendíamos por periodismo, está en crisis. Pero también un momento donde un nuevo País Valenciano ha empezado a caminar. En esta encrucijada la nueva televisión valenciana ha nacido plenamente abierta y digital. Justamente por eso no puede fundamentarse exclusivamente en la emisión unidireccional por las ondas hercianas que ahora se han iniciado sino que es ya, de nacimiento, un medio digital donde la participación del espectador o del usuario tendrá que ser la clave de su crecimiento y de su futuro.

Es por eso que la televisión pública que ha empezado tendrá que saber aprovechar aparecer en una fase privilegiada de digitalización, de las redes sociales, de las aplicaciones móviles, de las aplicaciones televisivas. Y es en ese aspecto donde todavía queda mucho trabajo para hacer.

Lo que se ha estrenado no es la televisión, lo que se ha estrenado son sus contenidos. Contenidos multimedia, transmedia, nuevos formatos, y app tienen que formar parte del listado de palabras necesarias del vocabulario. No hay que salir del propio ecosistema para encontrar buenas prácticas en estos campos. Las otras televisiones públicas que también tendremos que ver y con las cuales compartimos lengua como Tv3 o IB3 son buenos ejemplos.

Todas las televisiones son sus contenidos pero sobre todo son sus formatos. De hecho me parece un acierto la parrilla planteada para la nueva televisión valenciana. McLuhan diría “el medio es el mensaje”. Pero esto aun así ya no es suficiente. À Punt desde hoy también necesita, además del mensaje, un nuevo relato para volver a recuperar una audiencia valenciana que abandonó su televisión poco a poco, lentamente, hasta dejarla morir de inanición situándola al 4% del share en los últimos años. ¿Cuál es la cifra de audiencia que esperamos ahora de la nueva televisión porque todo ello valga la pena? ¿Queremos una televisión y también una radio públicas valencianas líderes de audiencia?

Hace falta una televisión moderna y global. El pueblo valenciano merece ser televisado, merece grandes audiencias, pero no a cualquier precio. El referente no podrán volver a ser las televisiones privadas españolas con las cuales tendrá que competir fuertemente justamente en aquello que ellas no pueden ofrecer: un contenido en valenciano autocentrado en nuestro territorio y en nuestra forma diversa de vivir en el mundo. La nueva televisión valenciana no puede volver a ser una mala copia que duplique en valenciano la oferta española. Hasta ahora el equipo que lidera À Punt está demostrando que domina y aplica este nuevo marco autocentrado y moderno.

Ahora es el momento de los espectadores y las espectadoras. Las expectativas y los retos son mayúsculos no sólo para la televisión sino para la sociedad valenciana. La televisión no deja de ser otra cosa que un espejo de nuestra realidad. Y ahora es el momento de volver a mirarse al espejo, de mirarse a la cara, de reconocernos como sociedad en nuestra complejidad. Porque en definitiva el interés último de una televisión pública tienen que ser las personas. Ahora los 5 millones de valencianos y las valencianas tenemos que elegir en qué espejo nos queremos mirar. Es el momento más exigente de todos, el de coger el mando, el móvil, el ratón: el momento donde todos decidimos. Todo está a punto. Ahora es tu momento. El momento de la audiencia.

Francesc Felipe es periodista y realizador. Actualmente es asesor en el gabinete de la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte

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