El concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, ha declarado este lunes en el juzgado de instrucción 18 de la Ciudad de la Justicia de València en calidad de investigado (antes imputado) en relación con el caso del accidente mortal que tuvo lugar el pasado 27 de junio de 2017 durante el montaje de las gradas de los conciertos de la Gran Fira de Juliol que organiza el Ayuntamiento cada año en Viveros.
Fuset ha defendido la actuación del Ayuntamiento y tras declarar durante dos horas ha asegurado que se siente “muy tranquilo”. El edil ha preferido no comentar detalles de la declaración y ha asegurado que colaborará con la justicia.
Fuentes conocedoras de la declaración han comentado a eldiario.es que en su comparecencia el concejal ha alegado que se limitó a firmar los documentos que le pasaban los técnicos municipales referidos al montaje de la grada.
El edil ha declarado como investigado a petición de la acusación particular, es decir, de la familia del fallecido, puesto que la fiscalía no vio indicios delictivos en su actuación.
La comparecencia de Fuset se retrasó varias semanas a la espera del Informe de la Inspección de Trabajo que sancionó al Ayuntamiento con 40.986 euros por una infracción muy grave, al entender que la contratación del graderío se hizo de forma precipitada, sin contar con los correspondientes informes de prevención y que no se designó un coordinador de seguridad. El Ayuntamiento, lejos de recurrir, abonó la sanción.
Al respecto las mismas fuentes han explicado que Fuset ha argumentado que el Consistorio no recurrió la sanción porque expiró el plazo. Además, han apuntado a que el juez podría llamar a declarar próximamente a la Cadena Cope como empresa adjudicataria de la organización de los conciertos.
Hasta ahora han sido citados a comparecer Fuset por parte del Ayuntamiento, la Asociación de Promotores Musicales de la Comunitat Valenciana, como entidad contratada por la Cope para realizar los conciertos y dos empresas madrileñas contratadas por la Asociación para el montaje de las gradas.