El conseller de Educación y Cultura, Vicent Marzà, comparecía este viernes junto a la vicepresidenta valenciana, Mónica Oltra, para dar cuenta del decreto sobre la regulación de los conciertos educativos y del anteproyecto de ley del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM), temas que han sido tratados previamente por el pleno del Consell.
Respecto al decreto, Marzà ha explicado que a partir de este momento, los conciertos educativos se cerrarán en función de la “demanda real” y no “como se hacía antes, siguiendo criterios discrecionales” y con renovaciones automáticas.
La norma regulará los conciertos singulares, que implican enseñanzas no obligatorias, como el Bachillerato, y que no están regulados en la Ley estatal de 1985. Este año finalizan los contratos singulares de FP y Bachillerato y en los nuevos conciertos, la adjudicación tendrá lugar siguiendo criterios objetivos de priorización, garantizando además a todos los centros privados las mismas oportunidades.
Esos criterios suponen que, en caso de que las solicitudes sean superiores al número de plazas necesarias, tendrán prioridad: las cooperativas; las empresas que históricamente han estado concertadas; aquéllos que atiendan preferentemente a población desfavorecida; los centros con experiencias educativas innovadoras; los centros que atiendan a la población en su área de escolarización; y aquéllos que hayan contratado a profesores despedidos de otros centros por la modificación o supresión de conciertos.
Marzà también se ha referido a la segregación por sexos en los centros concertados, una práctica “blindada por ley estatal”. Sin embargo, el conseller ha explicado que el gobierno valenciano no lo considera una “buena práctica pedagógica”.
Ley del IVAM
Por lo que respecta al anteproyecto de Ley del IVAM, el responsable de Cultura ha apuntado que se trata de una actualización de la norma aprobada en 1986 que permitirá una mayor fiscalización, al incluir más filtros, y adaptarla al siglo XXI. Con ello se quiere evitar que se repitan situaciones como la de la exdirectora del museo, Consuelo Císcar, cuya gestión está siendo investigada, apostando por la transparencia en la gestión.
También se aumenta el arraigo en el entorno social y territorial, al tiempo que se democratiza su funcionamiento gracias a la reforma del Consejo Rector y Consejo Asesor. Precisamente, el Consejo Rector debe autorizar los convenios y protocolo y contratos superiores a 500.000 euros.
El Consell quiere que el museo sea más dinámico y un referente nacional. Para ello se quiere potenciar el IVAM como uno de los principales referentes en arte moderno y contemporáneo del entorno mediterráneo, “haciendo un museo aún mejor”.