25 años ha cumplido el gigante Gúlliver tumbado a con sus 68 metros de largo en el antiguo cauce del Turia. Una supervivencia al “maltrato” que el alcalde Joan Ribó considera que lo ha sometido el equipo de gobierno del PP de Rita Barberá “por el menosprecio de los que lo asumieron como una incómoda carga que no supieron apreciar como se merecía, sólo porque no lo hicieron ellos”.
El parque infantil Gúlliver ha cumplido un cuarto de siglo y se ha querido celebrar con sus impulsores. Al acto encabezado por el alcalde de la ciudad de Valencia asistieron también el arquitecto Rafael Rivera, el dibujante Sento Llobell, el ex conseller Andrés García Reche y el artista fallero Manuel Martín, en representación de su padre, ya fallecido, que hicieron posible que el personaje de la novela Swift se convirtiese en el centro de un parque de más de 60.000 metros cuadrados bautizado como 'Un riu de xiquets'.
Joan Ribó, que no desaprovechó la oportunidad para deslizarse por el mayor de los toboganes de este parque, recordó que el parque Gúlliver “es un ejemplo de una cosa que se hizo muy bien y a partir de una tecnología muy valenciana que juntaba el mundo de las fallas con elementos de innovación”. Así animó a promocionar la instalación “para que la gente conozca el Gúlliver no solamente desde las páginas de Google, sino también porque se le haga la adecuada promoción, que no se ha hecho”.
La concejala de Patrimonio, María Oliver, recordó a Francesco Tonucci afirmando que “la ciudad buena para los niños es la ciudad buena para todos”, para añadir a continuación que el Gúlliver ha sobrevivido 25 años “en modo resistencia, esperando a que alguien le haga caso, y el actual equipo de Gobierno de la ciudad está decidido a hacérselo”. Más tarde ha calificado de “bastante valientes” a sus creadores, y ha señalado que “era el producto de un proyecto muy ingenioso”.