Lejos de despejar dudas sobre las consecuencias ambientales de la polémica ampliación del Puerto de València, el informe de compatibilidad con la estrategia marina emitido por el Ministerio de Transición Ecológica que dirige la vicepresidenta socialista Teresa Ribera, a través de la Dirección General de Costas, no hace sino arrojar más dudas sobre la viabilidad del proyecto, que queda muy tocado.
La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) que preside el también socialista Aurelio Martínez se abstuvo este lunes de hacer público el documento y se limitó a afirmar que se había emitido “informe de compatibilidad favorable con condiciones”. Y a la vista de las condiciones impuestas por Costas, no es de extrañar que no quisieran hacerlo público. Con todo, tiene previsto convocar un consejo extraordinario este viernes 2 de diciembre para aprobar el proyecto.
Y es que, el informe al que ha tenido acceso elDiario.es (completo al final de la información) plantea 21 objeciones y deja en evidencia el incumplimiento de la declaración de impacto ambiental (DIA) de 2007 en materia de regeneración de playas. Además, especifica que las mencionadas objeciones deberán corregirse “para que la actuación sea plenamente compatible con el contenido de la estrategia marina”.
Entre las objeciones que plantea y que suponen un serio varapalo para que el proyecto pueda salir adelante está la prohibición expresa de coger 2,6 millones de metros cúbicos de arena para rellenar los muelles de la futura terminal del banco situado frente a la costa de Cullera.
Tal y como recoge el informe, el proyecto necesita 25,7 millones de metros cúbicos de material de relleno para las explanadas de los nuevos muelles, lo que supone 6 millones más de lo contemplado en la DIA de 2007. De ellos, se prevé extraer 15,1 millones de dragados en el interior de la dársena del Puerto de València, otros 7,1 de dragados en el interior del Puerto de Sagunto y los mencionados 2,6 millones del banco de arena de Sagunto.
Además, el Puerto de Valencia afirma en la documentación proporcionada que “el material dragado en los puertos de Sagunto y de Valencia se utilizará para el relleno y construcción de las nuevas infraestructuras de ampliación del Puerto de Valencia”.
Sin embargo, Costas también rectifica este apartado y afirma que el material que por sus condiciones se pueda utilizar para regenerar playas, se debe destinar a ese fin, lo que puede suponer una nueva merma para completar los 25,7 millones de metros cúbicos necesarios para rellenar los nuevos muelles. El informe indica: “Analizados los estudios realizados en la zona, consideramos que no son suficientes para caracterizar adecuadamente el material que se pretende extraer”. Por tanto, “será necesario realizar el estudio en la zona que se pretende dragar, y a la profundidad a la que se pretende dragar, para obtener una caracterización del material correcta” y “en caso de que la granulometría del material en profundidad sea apta para su aporte a playas, deberán completarse, antes o durante la ejecución de la obra, el resto de los análisis necesarios”.
Además, el promotor (la APV) “no presenta Programa de Vigilancia Ambiental (PVA) para las actividades de dragado proyectadas en el puerto de Sagunto, por lo que debe proceder a su elaboración, al existir zonas sensibles que podrían verse afectadas indirectamente por la ejecución del dragado”.
En concreto, el promotor no tiene en cuenta que en las inmediaciones del puerto de Sagunto existen las siguientes zonas sensibles: “Dentro del recinto portuario del Puerto de Sagunto existen dos bateas para el cultivo de mejillón y ostra rizada; con respecto a la presencia de cetáceos y tortugas marinas, el informe indica que al norte del Puerto se identifica una zona de acumulación de avistamientos; existen jaulas de acuicultura a 3,4 Kilómetros del puerto de Sagunto; en el entorno del puerto de Sagunto existen tres playas con zonas de baño; existen zonas de esfuerzo pesquero de arrastre y cerco a 1 kilómetro del puerto de Sagunto; especies de especial protección, Posidonia oceánica y Cymodocea nodosa”.
Otra de las objeciones tiene que ver, precisamente, con la antigüedad de la DIA: “Se ha constatado la presencia de especies de aves y cetáceos en la zona de actuación y en consecuencia se ha actualizado el PVA, podría ser oportuna una revisión del estado actual de las biocenosis marinas debido al tiempo transcurrido desde la publicación en el BOE de la DIA. Como consecuencia de esta revisión del estado actual de las biocenosis, si fuese necesario, se debería actualizar el PVA”.
Por otra parte, “se deberán contemplar y cumplir medidas preventivas y correctoras para mitigar los impactos por ruido submarino. En el caso particular de producir ruido impulsivo, se deberán estudiar distintos aspectos del ruido submarino para evaluar su afección sobre los cetáceos”.
A continuación, nuevamente se apunta a la necesidad de una nueva tramitación ambiental para el proyecto: “Se informa a la Autoridad Portuaria de Valencia, como órgano sustantivo, que en el caso de que se inicie un procedimiento de evaluación de impacto ambiental para la actuación de referencia, este informe perderá su vigencia para las citadas operaciones y se deberá solicitar un nuevo informe de compatibilidad como parte del trámite de consulta a las administraciones públicas afectadas”.
“Amenaza para la Albufera”
El informe incorpora un anexo que pone en evidencia el incumplimiento de la APV con la DIA de 2007 en lo que la regeneración de playas se refiere y el peligro que ello supone para la Albufera.
En concreto, recuerda: “Mediante resolución de 23 de julio de 2021 de este ministerio se formuló la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto 'Regeneración de las playas del Saler y Garrofera (Valencia)', siendo el promotor y órgano sustantivo esta Dirección General”.
Dicho proyecto tiene como objeto “la regeneración del frente costero, que comprende las playas de L’Arbre de Gos, del Saler y la Garrofera, desde el espigón sur de la playa de Pinedo hasta la gola de Puchol o Pujol, con una longitud de 7.000 m. En el mismo se expone que, al norte, el puerto de Valencia supone una barrera litoral al transporte sedimentario”.
Así, añade que se prevé que, a medio y largo plazo, las causas que están impulsando la erosión de la costa permanezcan: “No se espera que el río Turia vuelva a aportar sedimentos a su desembocadura; es innegable la elevación del nivel del mar debido al calentamiento global; posibles ampliaciones del puerto de Valencia”. Estas causas “aumentan la acción erosiva del mar sobre la costa”. La no actuación costera conlleva “una progresiva erosión y representa una clara amenaza para la conservación del parque Natural de la Albufera”, señala el documento y afirma que “las consecuencias de la erosión e inundabilidad de los terrenos colindantes a la playa serán la afección y degradación del Parque Natural de la Albufera, zona de incalculable valor ecológico y ambiental”.
Así, “dado el anterior proyecto que está desarrollando esta Dirección General a causa de la regresión en una zona al sur del puerto que supone una barrera litoral al transporte sedimentario, se consideró necesario verificar el cumplimiento de la DIA de 30/07/2007 sobre la ampliación del puerto e incluir dicha información en el expediente obrante en esta Dirección General, al no constar en el mismo información respecto al citado cumplimiento”.
De esta forma, se constata que pese a que la DIA establece que se propondrán las medidas correctoras pertinentes para evitar la regresión o el exceso de basculamiento tanto al norte como al sur de la ampliación y que estas medidas se recogerán “en un proyecto específico promovido por la Autoridad Portuaria de Valencia”, la propia APV interpreta que “a quien corresponde analizar los resultados y proponer medidas es a la Dirección General de Costas que es quien tiene la competencia para definir las actuaciones a realizar sobre la costa”.
Ribó se opone, Navarro pide otra DIA y Puig se pone de perfil
El alcalde de València, Joan Ribó, comentó este martes, respecto al informe que ha emitido el Ministerio de Transición Ecológica “favorable con condiciones” a la ampliación del puerto de València, que la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que él ha estado reclamando, “la pieza fundamental, no está”.
La consellera de Transición Ecológica, Isaura Navarro, aseguró que, una vez ha leído el contenido del informe favorable de la Dirección General de Costas sobre el proyecto de ampliación del Puerto de València, considera “más evidente que nunca la necesidad de una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA)”, porque el documento es “un acto de fe para que la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) se replantee todas esas actuaciones que atentan contra el ecosistema, la biodiversidad y la protección del territorio”.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, defendió este martes que el Puerto de València “se desarrolle con toda la capacidad para ser ese gran puerto del Mediterráneo que es”, pero precisó que debe hacerlo “siempre con un equilibrio medioambiental”. “Hay que hacer las cosas bien y hay que respetar absolutamente todos los criterios ambientales para que no se produzca ningún tipo de efecto negativo”.
El presidente, que precisó que la portuaria “estrictamente no es una competencia de la Generalitat”, dijo que esta administración aspira a que “en la Comunitat Valenciana se respete medioambientalmente todo lo que corresponda” y a que haya “un crecimiento sostenible”.