Juicio al fútbol tramposo: primer proceso contra el amaño de partidos en la división de honor
El juicio por el presunto amaño del partido de la Liga de fútbol disputado en 2011 entre el Levante y el Zaragoza, y en el que este último se jugaba el descenso a segunda división, arrancó el pasado martes en la Ciutat de la Justícia de Valencia con la presencia de los 42 acusados. El proceso arrancó tras la denegación inicial del juez de la petición de nulidad realizada por la defensa, al entender que se basaba en una denuncia de Javier Tebas, que habría obtenido como abogado información de un cliente. En este juicio se sientan en el banquillo 42 acusados, entre los que se encuentra el propio club aragonés, su expropietario Agapito Iglesias, además de multitud de futbolistas -gran parte de ellos ya retirados- de ambos equipos.
Durante las primeras jornadas del proceso se han conocido las distintas versiones de los acusados para tratar de esclarecer los movimientos de casi dos millones de euros que habría hecho el club maño durante aquella época y que la Fiscalía entiende que podrían haber sido utilizados en comprar el partido. Según afirma Agapito Iglesias, el expropietario y expresidente del Real Zaragoza, los 965.000 euros que presuntamente sirvieron para amañar el partido se entregaron a los jugadores que la Secretaría Técnica consideraba los más importantes del equipo a modo de “prima por la permanencia”.
Esta versión ha sido contrapuesta por las del ex entrenador Javier Aguirre y la del ex director deportivo del club, Antonio Priego, los cuales negaron tener conocimiento de la existencia de dichas primas y afirmaron no haber recibido cantidades de dinero en efectivo. También en esa dirección apunta el testimonio del ex zaragocista Gabi Fernández, la cual contradiría la versión del club que justifica el movimiento del dinero como primas para los jugadores.
El testimonio del ex capitán zaragocista resulta especialmente relevante, ya que afirma que el club -por medio del entonces director financiero y también acusado, Javier Porquera- le habría proporcionado un recibí por valor de 765.000 euros a repartir entre toda la plantilla. Según mantiene el propio jugador, el club le asegura que ese dinero lo cobrarán sus compañeros como primas “y no como salario” y lo habrían engañado para tratar de justificar los movimientos.
En esta macrocausa, según el auto de la Audiencia de Valencia en el que se reabrió un proceso cerrado en su día y se ordenó ir a juicio, existen indicios de que nueve jugadores, el técnico y el director deportivo del Real Zaragoza, percibieron dinero los días previos al encuentro, que habría terminado en manos de los jugadores procesados del Levante. El Zaragoza necesitaba ganar aquel partido para garantizarse la permanencia en la Primera División de LaLiga y con ello propició el descenso del Deportivo de la Coruña.
Debido a estas sospechas de pago, la Fiscalía se interesó por la falta de movimiento en las cuentas de uno de los jugadores acusados del Levante, Xavi Torres, el cual estuvo 72 días en verano sin retirar dinero en efectivo de su cuenta bancaria. El jugador respondió: “En vacaciones vivía en casa de mis padres, en las fiestas de mi pueblo estás todo el día comiendo y cenando fuera en una peña que tenemos. Luego coincide la pretemporada, te vas fuera a otros países, dos semanas concentrados. Son meses en los que gastas menos”.