Uno de los edificios más emblemáticos de València como es la Lonja de la Seda, declarada Patrimonio de Humanidad en el año 1996, se convirtió en el epicentro de un macrobotellón provocado por los asistentes a la verbena de la falla de la Plaza del Mercado.
El escenario del evento musical, ubicado en la plaza del Mercat, casi en su confluencia con la calle de Bolseria, atrajo a un gran número de personas, mayoritariamente jóvenes, que tomaron toda la plaza y las calles adyacentes cargados de bolsas con bebida.
El resultado fue ríos de orines en La Lonja y en la iglesia de los Santos Juanes, kilos de basura, lanzamientos de masclets y borrachos de forma indiscrimada pese a la prohibición establecida en el bando de Fallas a partir de las 2.00 horas y varios comas etílicos.
La Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de València ha pedido este sábado al Ayuntamiento mano dura y que retire la autorización para la celebración de esta verbena.
La entidad se ha preguntado quién paga la limpieza tras la verbena y por qué no se imponen sanciones.