“Llegados a este mediodía, hemos conseguido estabilizar al enfermo”, ha asegurado este lunes el conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, al analizar en una conferencia las “dudas y certezas” que se plantean en el ecuador de la legislatura autonómica, dos años después de la llegada del cambio político a la Generalitat Valenciana con el Pacto del Botánico.
Alcaraz ha querido huir de cualquier triunfalismo desde que ha planteado, citando a Umberto Eco, que “nadie está libre de la acechanza de los demonios del mediodía”. Y ha reconocido “la lentitud de los procesos”, pero ha puntualizado que “ya no estamos malditos por la sombra que transportamos a la espalda”, en alusión a la corrupción que protagonizó el PP, y ha concluido: “Sin ser perfectos, ya no nos conformamos con cuatro años”.
En su intervención en el Forum Tribuna Mediterránea, en el que ha sido presentado por el alcalde de Valencia, Joan Ribó, el conseller de Transparencia ha abogado por abordar el “crepúsculo de la legislatura” con la vista puesta en 2019 para conseguir “más tiempo, más impulso, más complicidades y más ilusión”.
“No solo hemos sobrevivido, sino que lo hemos hecho razonablemente bien”, ha afirmado Alcaraz, que ha descrito las posiciones con las que desde cada ámbito político se abordó la legislatura. Según el conseller, la derecha trató los abundantes casos de corrupción como una cuestión de “manzanas podridas” y no como una forma de ejercer la política, como un sistema que no debe repetirse. “Pueden pedir perdón setenta veces siete, pero si no entienden que no fue un accidente, será una mala receta”, ha señalado. La izquierda, por su parte, planteó el tema como “una enfermedad que la crisis solo vino a agravar”.
Según Alcaraz, el Consell surgido del Pacto del Botánico ha promovido “vacunas” que han permitido estabilizar al enfermo. Sus políticas se están desarrollando con cierta lentitud, ha concedido, porque la herencia del PP no solo fueron los estragos de la corrupción sino también “una Administración que dejó de modernizarse” y es necesario recobrar su pulso para crear “una Administración dinámica”.
Alcaraz ha reivindicado la estabilidad del Consell del PSPV-PSOE y Compromís, que preside Ximo Puig y del que es vicepreisdenta Mónica Oltra, con Podemos como socio parlamentario. “Ningún gobierno del PP duró tanto desde la fecha de investidura”, ha proclamado. Ha añadido que el Consell ha aprobado en tiempo y forma sus presupuestos estos dos años de legislatura, “lo que en España se ha convertido en una hazaña”, dado que hasta siete comunidades autónomas funcionan con las cuentas prorrogadas. Y también ha indicado que el gobierno del Botánico ha reducido el déficit en 1.000 millones de euros, ha emprendido la reestructuración de la función pública y habrá enviado este año “más de 40 proyectos de ley” a las Corts Valencianes.
En relación con su responsabilidad en el Consell, Alcaraz ha situado la transparencia como “una pieza de políticas más amplias de buen gobierno”, ha vinculado la transparencia a la modernización tecnológica y ha anunciado la aprobación en las próximas semanas de un proyecto de ley para regular los lobbies. Tras sus referencias a la colaboración con la nueva agencia antifraude y con el Consell de Transparència, organismo cuyo trabajo ha elogiado como instrumento para amparar a los ciudadanos en sus reclamaciones de información a la Administración, ha anunciado, en respuesta a sus quejas por falta de medios, un proyecto de ley para poder dotarlo de medios y precisar sus funciones.
En materia de cooperación, que también forma parte de sus competencias, Alcaraz, como había hecho Ribó al presentarlo, ha aludido al caso Blasco, exconseller del PP encarcelado por saquear las ayudas al desarrollo. “No voy a relatar la miseria moral de lo que recibimos”, ha indicado, para añadir que, aunque la asignación de fondos está lejos del 0,7%, se ha pasado de 3,8 a 18,7 millones de euros dedicados a cooperación.
El titular de Transparencia ha insistido en atribuir al gobierno del Botánico un “avance en cohesión social” y el alcalde Ribó ha recordado a Mariano Rajoy “que la crisis de los refugiados continua existiendo” y que la red de ciudades refugio, de la que forma parte Valencia, ha dado “sobradas muestras” de su disposición a “ayudar a las personas que lo necesitan”.