El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y el conseller de Educación, José Antonio Rovira, reclaman a la Acadèmia Valenciana de la Llengua que se acerque a la ciudadanía y pacifique el conflicto lingüístico que el PP y Vox llevan años azotando. El president considera que “muchos valencianos se han sentido demasiado lejos” del organismo, impulsado en 1998 por el pacto que promovió Eduardo Zaplana para zanjar las polémicas lingüísticas y dictar unas normas de uso estándar. Mazón considera que las normas de la Acadèmia son de un rigor “que no se compara con lo que vemos en las calles todos los días, con lo que se habla en las casas y en la huerta”.
Los dirigentes del PP han mantenido un encuentro con la presidenta del organimso, Verònica Cantó, a la que reclaman una política “de abrir los brazos” para “avanzar conjuntamente de manera positiva, no polémica, e integradora”. Son precisamente los partidos que componen el Ejecutivo quienes más han azotado el conflicto lingüístico, cargando contra la doble denominación catalán-valenciano en debates como el del Congreso de los Diputados y oponiéndose al uso de las lenguas cooficiales del Estado.
La presidenta de la Acadèmia, Verònica Cantó, les ha pedido a los responsables del Consell que no “recorten” las normas que promueven el conocimiento de la lengua. Tras la reunión, Carlos Mazón ha destacado que el objetivo es “revalencianizar conjuntamente los criterios lingüísticos de la Generalitat Valenciana para lo que ha pedido la colaboración de la AVL.
En este sentido, el president ha resaltado que “no puede ser que haya valencianohablantes que se sientan al margen de la normativa, el valenciano es de todos y todos tienen que verse identificados, lo hablen o no todos los días”.
El pasado agosto, el titular de Educación cargó contra el organismo estatutario y su papel, en unas declaraciones en las que cuestionó que “tenga la verdad absoluta, como no la tiene nadie” sobre el valenciano, para defender que “cada uno utilice el valenciano que estime conveniente”. Rovira se pronunció así sobre un mensaje de la Conselleria de Agricultura que José Luis Aguierre, de Vox, escrito en valenciano con varios errores, argumentando que él no era un experto lingüista.
Tras este comentario, la Acadèmia emitió un comunicado en el que defendía su labor, y realizaba un par de apuntes: “El hecho de proyectar la idea de que puede haber más de una normativa lingüística es completamente improcedente y alejada de los objetivos que tiene que perseguir un gobierno. Además, pone en peligro todo el sector cultural y educativo y, en general, todos los ámbitos de uso de la lengua, que, con la proyección de las nuevas tecnologías, necesita una lengua estándar consensuada; un consenso reconocido, gracias a la tarea de miles y miles de usuarios, por la mayoría de la sociedad valenciana y que cuenta con una larga tradición ortográfica”.
El organismo presidido por Cantó cargó contra la actitud del nuevo Ejecutivo, criticando que “el hecho de poner en entredicho la misma AVL y su normativa lingüística, así como pretender reavivar un conflicto que se ha demostrado socialmente estéril y artificial, incide negativamente en la vertebración lingüística, cultural y social de nuestro pueblo” y abogando por una política de diálogo y consenso.