El 11 de marzo de 2017, con motivo del sexto aniversario del accidente de Fukushima, Tanquem Cofrents desplegó una pancarta gigante en la presa de Contreras. Con esta acción, la plataforma cívica quería denunciar que si se rompiera este embalse, la central de Cofrentes se inundaría, “desencadenando un nuevo Fukushima”. “A pesar de ser una acción pacifica y que no generó ningún daño, Iberdrola, empresa propietaria de la nuclear valenciana, denunció a los activistas que la protagonizaron amparándose en la Ley Mordaza”, asegura Tanquem Cofrents, que apunta que como resultado de esta acción judicial, dos de los activistas han sido condenados a pagar fuertes multas.
Así, denuncian los intentos de Iberdrola de “amedrentar a los activistas de la plataforma y hacerlos cejar en seguir alertando de los peligros de una energía cara, sucia, contaminante e inútil en la lucha contra el Cambio Climático como es la nuclear”. Anuncia también que, no solo no parará de denunciar y señalar los riesgos e inconvenientes que supone querer prolongar “de forma absolutamente irresponsable el funcionamiento de la central valenciana hasta 2030, como pretende Iberdrola, sino que redoblará sus esfuerzos porque Cofrents cierre en 2021, cuando caduca su actual licencia de actividad y fecha en el cual esta nuclear cumplirá 37 años de funcionamiento”.
Así mismo, recuerdan que no es la primera vez que Iberdrola adopta estas tácticas. La empresa propietaria de Cofrents “ya intentó criminalizar y pidió hasta tres años de prisión para los 16 activistas antinucleares que, en febrero de 2011, demostraron la inseguridad de estas instalaciones colándose en la central y realizando una pintada gigante en una de sus torres de refrigeración”.
Tanquem Cofrents ha iniciado la campaña “Tomados por Iberdrola”. Concretamente, participando en el desfile de carnaval de Russafa, donde un grupo de activistas de la plataforma han desfilado disfrazados de presos y con pancartas alusivas al “intento de silenciarlos” por parte de Iberdrola.
En el marco de esta campaña, el colectivo antinuclear pondrá en marcha una campaña de micromecenazgo para recaudar dinero y pagar las multas de los activistas condenados por desplegar una pancarta gigante a la presa de Contreras. Además, con los fondos recaudados la plataforma también elaborará nuevos materiales para exigir el cierre urgente de Cofrents y el resto de centrales nucleares y la transición rápida a un nuevo sistema energético.
“Queremos un sistema descentralizado, basado en el ahorro y la eficiencia energética y, por supuesto, en el uso de las energías renovables. Este sistema, además de ser más barato, limpio y seguro que el actual, es el único que nos permitirá limitar la Emergencia Climática que ya estamos sufriendo”, concluyen desde Tanquem Cofrents.