El Museo de Bellas Artes acaba con 30 años de obras cerrando la quinta fase de rehabilitación
El Museo de Bellas Artes San Pío V de València acaba un largo periodo de obras. Han sido 30 años de intervención en la segunda mayor pinacoteca de España después del Museo del Prado, y con la entrega de la quinta y última fase de rehabilitación se cierra simbólicamente la intervención.
Será el conseller de Cultura, Vicent Marzà, quien recibirá las obras en un acto que estará también el secretario de estado de Cultura, Fernando Benzo, el secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, y la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga.
El Museo de Bellas Artes fue objeto de un convenio entre el Estado y la Generalitat Valenciana el 24 de septiembre de 1984 con la intención de potenciar tanto el continente como sus contenidos. Las obras de reforma y ampliación del edificio se iniciaron en 1986 sobre el proyecto inicial de los arquitectos Manuel Portaceli y Álvaro Gómez-Ferrer, luego modificado y planificándose en cinco fases que hoy concluyen.
La primera fase, concluida en 1990, modernizó las instalaciones del lado este del edificio, situando en la planta baja un salón de actos. En una segunda fase, entre 1992 y 1994, se reconstruyó la antigua iglesia ochavada con su cúpula. La tercera fase fue inaugurada en febrero de 1997, y comprende dos grandes salas para exposiciones temporales, salón de actos, almacenes y muelle de carga, todo ello edificado de nueva planta en el lado oeste. También se rehabilitó, en el mismo lado, un viejo edificio dieciochesco que en la actualidad aloja la zona administrativa, librería, tienda y cafetería.
La cuarta fase, consistente en la construcción de los pabellones destinados a la colección permanente, en el ala norte, se inauguró el 9 de mayo de 2003. Dentro de este espacio, se reconstruyó el patio del palacio Vich, futura entrada del Museo por los jardines del Real.
En esta quinta y última actuación se proyectó la rehabilitación del antiguo edificio del Colegio Seminario de San Pío V, que ha albergado el Museo desde 1946.
Problemas
Las obras en el museo han provocado no pocos quebraderos de cabeza tanto a la Generalitat Valenciana como al Ministerio de Cultura. El último de ellos a razón del robo de una serie de obras en 2015.
Entonces se produjo un cruce de acusaciones, ya que mientras la Generalitat afirmaba que la videovigilancia no funcionó por un corte de luz ocasionado por las mismas obras, desde el gobierno central se defendía que el pabellón de donde se sustrajeron las piezas no está siendo objeto de intervención.
