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Objetos desaparecidos: la artista María Gomar rescata la memoria de los fusilados por el franquismo

José Ferrer, con la corbata de su abuelo.

Lucas Marco

12 de febrero de 2022 23:08 h

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María Amparo Gomar Vidal, una joven artista valenciana afincada en Berlín, descubrió en Alemania la cultura de la memoria histórica y desde allí lo que ocurrió durante la represión franquista de posguerra en España. “En Berlín, como capital de la memoria, está muy presente en el espacio público, en monumentos y esculturas y en manifestaciones artísticas en general”, explica Gomar.

La artista acaba de publicar Objetos (des)aparecidos, el catálogo de una exposición que recoge las pertenencias de siete familias de fusilados por el franquismo en el cementerio de Paterna. La muestra se estrenó el año pasado en el Centre del Carme de Cultura Contemporània (CCCC) y ha llegado hasta el Instituto Cervantes de Berlín. Aún se puede visitar mediante un tour virtual, disponible en la página web del museo.

Objetos (des)aparecidos, editado por el CCCC, el Consorcio de Museus y la delegación de memoria histórica de la Diputación de Valencia, indaga sobre “el valor que tienen para las familias” y “el mensaje que lanzan a nuestra democracia y nuestra sociedad”. “Son objetos a primera vista insignificante pero que contienen historia y emociones”, agrega Gomar.

La artista inició un proceso de investigación, contactando con las familias de fusilados en el cementerio de Paterna que conservaban recuerdos de sus seres queridos, muchos de ellos rescatados por Leoncio Badía, galardonado a título póstumo con la Alta Distinción de la Generalitat Valenciana en 2019, que trabajó desde 1939 hasta 1945 como enterrador en el cementerio municipal de Paterna dando sepultura a centenares de republicanos víctimas de la represión franquista.

Cartas, botones, lápices, fotografías e incluso una corbata que los familiares conservan como oro en paño. “Es una historia de mi país natal que desconocía y que ahora me fascina”, dice María Gomar. La artista ha entrevistado a los descendientes para nutrir su trabajo con los objetos como eje de la memoria y ha mantenido la relación: “Ya forman parte de mi vida”, asegura.

La muestra recoge la corbata que heredaron los descendientes de José Alba Expósito, fusilado en Paterna el 14 de enero de 1941 y lanzado a la fosa 128. “Cada vez que tengo la corbata en las manos, pues siento que tengo un trocito pequeñito de él, esa es la sensación”, dice su nieta María José Sánchez. “El valor que tienen estos objetos para mi es indescriptible (...). Yo los conservaré siempre así, y me alegro mucho de mostrarlos para que otros vean y sepan por lo que pasaron las personas represalias que se quedaron en la ruina”, agrega Amelia Hernández, nieta de otro fusilado.

El catálogo cuenta con las aportaciones del historiador Vicent Gabarda, del profesor alemán Michael Fehr, director gerente del Museo de las Cosas de Berlín, del periodista Vicent G. Decís y de los equipos de arqueólogos de Paleolab y Arqueoantro, especializados en exhumaciones de fosas de la represión franquista, además de los textos de la antropóloga Andrea Moreno, de la criminóloga y experta en derechos humanos Lorena Menes y de la Dona Zalbidea, restauradora de material de la fosa 127 de Paterna. 

“Este trabajo aborda, por tanto, siete historias a través de siete piezas. Siete de las 2.237 historias”, escribe la artista en referencia al total de víctimas de la represión franquista en el cementerio de Paterna. “Me pregunté qué tipo de objetos estarían vinculados a las fosas comunes en el contexto de Paterna, qué historias encapsularían y qué valor adquirirían para las familias que os custodiaban”, apostilla María Gomar.

Durante su investigación, la artista se quedó impactada con las cartas de despedida de los fusilados que conservan los familiares y que le leyeron. “Había tres motivos recurrentes, pedían que les recordaran y que vivieran sin rencor e insistían en que morían inocentes”, explica Gomar. Las cartas sirvieron para nutrir la muestra colectiva Ambactia Memoria, comisariada por Vanesa Peña Alarcón en Berlín, donde se leyeron, en alemán y castellano, nueve misivas de represaliados por el franquismo.

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