--Despertar el selensio--
“Ay que despertar el selensio!
Me kedi selenziosa.
Ay de abashar al sotano i de suvir deznuda!
Me dishe, sin duvda!
Ay de combatir kon mis ojos,
kon mi nariz i kon mi frente!
Me griti kon furia.“
Margarit Matitiahu ( n. en Tel Aviv) Poema en Ladino-sefardí – 2004.
Los medios de comunicación, hoy en crisis existencial, se superan cuando interactúan con el público e impactan en la ciudadanía. La revista “Time” dedica la portada del mes de diciembre, a Joe Biden y Kamala Harris. Presidente y vicepresidenta electos de los EE.UU. Personajes del año 2020 seleccionados por este icónico medio de comunicación. Por primera vez señala y equipara al número dos de la Casa Blanca. Donde esta institución del periodismo mundial ha estado cerca de sus protagonistas. Tanto monta, monta tanto. Dos perfiles que señalan, junto con otra portada, la que dedicó en julio de 2013 --y tres más--, a otro personaje que ha cambiado la historia de la humanidad: Francisco, el Papa de la gente. La victoria de Joe Biden en 2019 y la elección de Jorge Bergoglio para la Sede Pontificia, constituyen los acontecimientos personales más significados del siglo XXI. Dos jefes de Estado, cuyo poder y acción de gobierno tienen alcance mundial.
Decadencia
La vitalidad de la prensa, de la galaxia comunicacional, es decisiva para diagnosticar la salud de la sociedad que le proporciona su razón de ser. La prensa es servicio, entrega y responsabilidad. Si el gobierno valenciano del Botànic, que preside Ximo Puig (PSOE) acompañado de Mónica Oltra (Compromís),quiere llegar a algún sitio e influir, dentro y fuera del País Valenciano, ha de inquietarse por el Estado de la Comunicación en el territorio autonómico. El tema de la decadencia mediática en la Comunitat Valenciana no es nuevo. Resulta escandaloso que el Consell y los grupos de influencia—económicos, culturales, académicos, políticos, sociales y ciudadanos— no actúen y analicen su realidad, cada día más crítica, para arbitrar medidas urgentes que garanticen su pervivencia y las condiciones que les faciliten acometer su misión social.
SOS
A la vista de la dramática situación laboral y profesional por la que atraviesa el periodismo doméstico, la Unió de Periodistes Valencians ha difundido un manifiesto y ha convocado una concentración en defensa del “sistema comunicativo valenciano”. Cierres, caída de ediciones y redacciones autonómicas, falta de recursos, reducción de plantillas y despidos Es lógico y legítimo que la asociación profesional más representativa, haya saltado a la arena pública de la protesta y la alarma. Ya sería suficiente que la clase política—especialmente aquella que gobierna -- tomara conciencia de su papel como garante de los derechos y libertades—de información y expresión-- del pueblo valenciano. Hoy está en peligro la urdimbre de medios de comunicación social de la Comunitat Valenciana. También los puestos de trabajo y el futuro profesional de miles de periodistas y otros trabajadores que hacen posibles los medios a diario y en cada instante. Del mismo modo que el personal sanitario no se improvisa, los profesionales de la información constituyen un colectivo selecto, sensible y de difícil reposición. Cualquier licenciado en Ciencias de la Información o en otra disciplina, sólo por la titulación, no está capacitado para cubrir puestos rectores en los medios de comunicación. El conocimiento, la experiencia, las relaciones, la ética o la escala de valores constituyen el bagaje que el gestor de la información y el profesional de a pie, han de demostrar para ser eficaces en los puestos de mando.
Causas
Son importantes los empleos y lamentable su desaparición, pero sin medios potentes y arraigados no hay periodismo ni posibilidad de ejercerlo. La decadencia del periodismo valenciano tiene sus orígenes en el desmantelamiento de la prensa autóctona durante y después de la guerra civil de 1936-39. La tristísima posguerra que golpeó a la sociedad valenciana, la incapacitó para mantener el nivel de eficiencia informativa plural, previa al enfrentamiento bélico. La reacción represiva del régimen franquista impidió la recuperación de la prensa, en calidad y diversidad, tal como se manifestaba antes de julio de 1936. La incautación por parte de grupúsculos sindicales, políticos e ideológicos --radicales y milicianos-- de las instalaciones y de las redacciones de los periódicos y emisoras, causó daño irreparable. Sustitución de cabeceras por otras impropias, junto con el caos económico y logístico, que convirtió a los medios informativos en instrumentos propagandísticos. Al servicio de banderías ideológicas que pretendían dominar la situación de un país que se desangraba.
Posguerra
La posguerra franquista instigó la nueva incautación de los medios de comunicación en territorio valenciano. Con ensañamiento contra una sociedad desarbolada, se implantó la llamada prensa del Movimiento. Red controladora del régimen franquista, con periódicos como “Jornada”(vespertino), “Levante”(matutino), la “Hoja del Lunes” de València (estos tres se imprimían y confeccionaban en las instalaciones confiscadas del diario “El Mercantil Valenciano” ) --únicos periódicos autorizados a aparecer semanalmente los lunes, editados por las Asociaciónes de la Prensa. Entidades controladas por militantes del Movimiento Nacional . Sus dirigentes actuaban de comisarios políticos y confidentes.“ El Mercantil Valenciano”, que no volvería a ver la luz tras la guerra, se convirtió, primero en “Avance” y después, en “Levante”.
Despersonalizar
La operación tuvo como objetivo la despersonalización del territorio valenciano, evitando cualquier reminiscencia valencianista. En Alicante el entramado de prensa franquista se completó con el diario “Información”, sobre los restos de “La Gaceta de Alicante” y en Castelló, surgió “Mediterráneo”, órgano del FET y de las Jons, en los talleres del extinto “Diario de Castellón”. Se impidió la edición de “La Correspondencia de València”, “La Voz de València”, el diario blasquista “El Pueblo”. Tampoco recibió autorización “El Diario de València”. Portavoz del partido Derecha Regional Valenciana, liderada por Luís Lucia e Ignasi Villalonga, proviniente del legitimismo carlista. Tras la entrada de las tropas del general Aranda en València, únicamente pudo publicarse el diario conservador “Las Provincias”. Gracias a que su director, Teodoro Llorente Falcó, se había refugiado en Burgos, cuartel general de Franco. Desde allí se trajo en el bolsillo en abril de 1939 el permiso para relanzarlo. Los propietarios del “Diario de València”—Joaquín Maldonado Almenar y Emilio Attard Alonso (cofundador de UCD)-- reiteraron su petición para reanudar la publicación del periódico en las instalaciones que mantenían listas -- redacción, talleres y rotativa-- en la plaza de Nápoles y Sicilia. La solicitud fue sistemáticamente denegada durante décadas, hasta el desmantelamiento de la sede— protegida por rejas electrificadas-- del periódico, a la muerte del dictador en 1975.
Control
A partir de abril de 1939 repuntó la vocación intervencionista, que no cesa, de los poderes públicos para controlar los medios de comunicación en el País Valenciano. Tras la siniestra etapa del entramado de la Prensa del Movimiento-- con final infeliz y dudosa privatización-- en 1958 se eliminó a Martín Domínguez Barberá en la dirección del periódico “Las Provincias”. Fue reemplazado por José Ombuena Antiñolo, redactor jefe en el periódico de la competencia “Levante”, donde era redactor jefe y persona próxima a la dirección general de Prensa . El periódico de los Llorente- Doménech, pasó a ser un eslabón más de la prensa estatal franquista. El afán por disponer de un medio de comunicación con alcance autonómico llegó con la creación de Canal Nou (1982), contra la ira desatada de Alfonso Guerra, vicepresidente en el gobierno socialista de Felipe González, que se enfrentó al president valenciano Joan Lerma. La primera frustración televisiva doméstica cristalizó con el cierre de la radiotelevisión valenciana (2013), que ejecutó Alberto Fabra, aquejada de todos los desmanes perpetrados por sus antecesores del PP. El exdirector zaplanista de Canal 9, Pedro García Gimeno, ha sido condenado a seis años y nueve meses de prisión por corrupción.
À Punt
Con la llegada del Consell del Botànic resurgió el proyecto de una radiotelevisión pública valenciana (2016) que ha fracasado. Desde la marca anodina, la ineficiencia informativa, la falta de proyecto de país, la ramplonería presupuestaria, desacierto al designar directivos, el inconexo consejo de administración, la incapacidad de captar audiencia aceptable y el descontrol de programación y plantilla. Las orquestas necesitan buenos solistas y directores que hagan vibrar al público. Ni una cosa ni la otra. Desde dentro se dice que la situación es insostenible, con un 2’5% de cuota de pantalla, después de varios años emitiendo. “À punt Media” está en el puesto 13 entre las televisiones autonómicas. Gasto excesivo, sin rentabilidad directa e ineficiente con el fin de vertebrar territorialmente la Comunitat Valenciana. Tiene 55 millones de presupuesto anual, el sexto en cuantía entre las otras televisiones del resto de España. La primera en teleaudiencia es TV3 ( con 11’5%), le sigue la vasca ETB (con 9’7); Aragón Tv con 9’3 y IB-3-de Baleares con el 4’2. La línea a seguir quedó clara el pasado 3 de octubre con la proyección de la película “La mort de Guillém” sobre el asesinato de Guillem Agulló hace 27 años. La emisión alcanzó el 11’3 % de audiencia de pantalla, con 201.000 televidentes y 7.000 espectadores más, repartidos por 54 países.
Instruir
El panorama de los medios de comunicación en la Comunitat Valenciana debería preocupar a sus gobernantes. Los medios no crecen espontáneamente ni arraigan en los mercados públicos ni privados, sin el cuidado de sus responsables. Si se quiere una radiotelevisión pública, eficaz y respetada, ha de ser competitiva, en sintonía con las expectativas del público al que se dirige. Sin embargo la decadencia de la comunicación valenciana es más profunda. Conecta con los cometidos de la conselleria de Educación y Cultura, que rige la esperanza blanca de Compromís, Vicent Marzà. Es necesaria la implantación de dos asignaturas en los planes de estudio para las nuevas generaciones del País Valenciano: Historia, naturaleza y situación de los medios de comunicación en la CV y Fundamentos para seleccionar y seguir los medios informativos con criterio. Difícilmente se ama y se comprende lo que se desconoce. Es imposible que los medios de comunicación que cumplen con los requisitos deontológicos de la libertad de información, se desarrollen, si los lectores-- presentes y futuros-- no son capaces de discernir su calidad y su honestidad editorial.
Minorías
Los profesores, Ernest Lluch, asesinado por ETA en 2000, junto al recientemente fallecido, Jordi Nadal Oller, enseñaron a una generación de universitarios valencianos a pensar—“sapere aude”--. Para pensar, conocer y opinar es preciso atreverse. Lluch y también Nadal, estudiaron y defendieron la diáspora sefardí. Los judíos españoles, por sus creencias, sufrieron repudio y expulsión en el siglo XV de Inquisición y Reyes Católicos. De sus descendientes hay 1.300.000 en Israel y más de dos millones repartidos por todo el orbe. Estos días finaliza el plazo, que el gobierno ha establecido, para dar la nacionalidad española a quienes acrediten su ascendencia hispánica. Fueron capaces de conservar, de padres a hijos durante generaciones, sus raíces, su cultura y su lengua. La identidad de un pueblo perseguido que la intolerancia les quiso arrebatar.