El sendero GR7, columna vertebral y fuente de desarrollo en el futuro

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Los antiguos caminos transitados por la población local a pie, en caballería o con carros para realizar los intercambios comerciales y las visitas familiares, se han transformado, ante nuestra mirada de 2024, en senderos señalizados dispuestos para la práctica de actividades físicas y deportivas. Incluso son vistos como beneficiosos para la salud de la ciudadanía, con el consiguiente ahorro de gasto sanitario.

Por otra parte, la recuperación y protección de los caminos tradicionales y su conversión en senderos señalizados mantiene viva la historia de los territorios, sus tradiciones, arquitectura, gastronomía y formas de vida, manteniendo la cultura de los pueblos. Pero, además, los senderos tienen un valor estratégico como articuladores de la promoción de poblaciones y comarcas, favoreciendo el desarrollo de distintos sectores productivos, produciendo directamente la expansión del sector servicios.

La European Ramblers Association (ERA), fundada en 1969, es la asociación europea de senderistas. Integra a organizaciones que agrupan a más de tres millones de senderistas y, entre otras funciones, confiere homogeneidad al fenómeno del senderismo europeo. En 2015, la ERA aprobó los principios generales para señalizar senderos, de modo que sean similares en toda Europa. Principios como que las marcas de señalización deben ser bien visibles desde lejos, los senderos deben estar señalizados en los dos sentidos de la marcha o tras cada intersección se colocará otra señal de confirmación, van a presidir la señalización de todos los senderos homologados por las organizaciones integradas en la ERA.

En este marco de interés patrimonial europeo se encuadra la columna vertebral del senderismo continental, constituida por diferentes senderos de miles de kilómetros. El sendero europeo E4 atraviesa Europa de Tarifa (Cádiz) al Peloponeso (Grecia). El recorrido español coincide con el GR7 que discurre por Andalucía, Región de Murcia, Comunidad Valenciana y Cataluña. En cada uno de los territorios europeos que recorre se ha señalizado con sus marcas, no muy diferentes de nuestros GR, añadiendo la mención E4 en los paneles, flechas o estacas. En España, el GR7 y el E4 han de cumplir las normas de la federación de montañismo autonómica y, donde existe, la normativa autonómica de señalización de senderos.

El sendero GR7 español, que es el E4 europeo, merece un trato preferente en la Comunidad Valenciana. La Federació de Muntanya i Escalada de la Comunitat Valenciana, FEMECV, representante en su territorio de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada ha propuesto un Plan de Dinamización del GR7, que es lo mismo que proponerlo del E4. Se trata de utilizar como fuente de desarrollo los 600 kilómetros que recorren de norte a sur el interior de la Comunidad Valenciana y constituyen una auténtica columna vertebral del deporte, el turismo, la salud, la tradición, la gastronomía, la naturaleza, el arte, etc. Se trata de una iniciativa que no puede quedar sin desarrollo al reunir todas las potencialidades que quienes practican senderismo ven en su caminar cotidiano.