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Antonio Montiel: “Los cambios no se producen a golpe de huelga general”

“Si alguien esperaba algo parecido al Comité Federal del PSOE, se equivocaba. Nosotros no tenemos sus fracturas”. El secretario general de Podemos en la Comunidad Valenciana y portavoz parlamentario de la formación, Antonio Montiel, salió este sábado razonablemente satisfecho del Consejo Ciudadano Estatal celebrado en Madrid, el máximo órgano del partido en el que se debatieron aspectos clave de la segunda gran asamblea de la joven organización, lo que ha venido a denominarse Vistalegre 2.

Aunque en el Consejo Ciudadano no se aceptó retrasar un mes esa especie de congreso de Podemos previsto el 10,11 y 12 de febrero, como proponía el sector próximo al número dos de Podemos, Íñigo Errejón, en el que Montiel se identifica, eso todavía podría cambiar si en la votación de los documentos para la asamblea estatal, que se celebra desde este domingo hasta el martes, los afiliados optaran por esa propuesta, apunta el dirigente. Sí se aceptó que el censo de Podemos esté abierto hasta Vistalegre 2, como proponía Errejón, y se creó una “comisión técnica” para el congreso de la que serán portavoces Clara Serra y el secretario de organización, Pablo Echenique, en representación de los dos sectores. “Ha sido un buen acuerdo”, señala el dirigente valenciano.

Para Montiel tiene especial importancia que se haya aprobado un cambio en el sistema de financiación del partido por el que las organizaciones territoriales dispondrán de más recursos. “Hacíamos una aportación brutal a la organización estatal”, recuerda Montiel. Con la entrada en el Congreso y el Senado y con el final del ciclo electoral, el partido dispone ahora de unos recursos nuevos que liberan a las organizaciones territoriales de aportaciones a la maquinaria central de Podemos de hasta 10.000 euros mensuales y de cantidades que representaban casi la mitad de las cuotas voluntarias de los afiliados.

“Las diferencias no están tanto en los objetivos como en el ritmo y el itinerario”, explica Montiel, en relación con el fondo del debate que vive la organización, encarnado en los discursos de Pablo Iglesias y de Errejón. “La idea de conseguir un cambio fundamentalmente desde el Gobierno”, que llevó al partido que lidera Iglesias a dar prioridad sobre cualquier otra cosa a intentar ganar las elecciones generales, “no se calculó bien”, en opinión del dirigente valenciano. Se dejó en segundo plano la política en los ayuntamientos y en los parlamentos autonómicos. “No se está valorando suficientemente nuestro trabajo institucional”, opina Montiel, para quien puede y debe potenciarse esa tarea en ayuntamientos y cámaras como las Corts Valencianes sin renunciar al trabajo en la calle.

“Introducir cambios en la vida política y en la vida de la gente no es incompatible”, argumenta Montiel. Frente a quienes abogan, con Pablo Iglesias, por “poner un énfasis fundamental en la construcción de un contrapoder”, Montiel insiste en que “trabajar dentro y fuera de las instituciones es compatible”. La propuesta de promover un “estado de movilización permanente” no responde, desde su punto de vista, a la realidad, que refleja más bien “una cierta desmovilización ciudadana”. “Los cambios no se producen a golpe de huelga general”, concluye.

Lo que el líder valenciano de Podemos considera “diferencias tácticas” en el partido tiene que ver también con su estructura territorial. “Podemos debe mantener su autonomía política”, asegura Montiel, que rechaza la idea de una disolución del partido en otras fuerzas. “Se puede y se debe colaborar”, señala en referencia a Izquierda Unida, en el marco estatal, o a Compromís, en el marco autonómico. “Somos complementarios, pero representamos cosas diferentes. la diversidad puede hacernos sumar más”.

Montiel no comparte el modelo de Cataluña, donde se camina hacia un nuevo partido articulado alrededor de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. “El federalismo que defendemos implica que cada territorio diseñe su propio modelo”, advierte. Algo que tendrá que decidir, en todo caso, la organización en la Comunidad Valenciana en su propia asamblea, cuya celebración, una vez fijado el calendario estatal, se sitúa en mayo o junio próximos.

Este domingo está previsto un acto en la sede de Podemos en Valencia para presentar el manifiesto que avala Errejón, al que Montiel asistirá. Hace solo unos días, miembros del sector crítico de Podemos presentaron en ese mismo lugar un documento que no se alinea ni con el de los errejonistas ni con el de los afines a Pablo Iglesias. Montiel cree que las diferencias en el seno de la formación en el País Valenciano no obedecen tanto a discrepancias políticas importantes como a las tensiones que ha causado la construcción del partido en un contexto de permanente movilización electoral. “El malestar se ha concentrado en críticas al equipo dirigente. Eso es comprensible”, reconoce.

“Creo que sí. Y es saludable”, responde Montiel a la pregunta de si tendrá que enfrentarse a alguna candidatura alternativa en la asamblea autonómica de Podemos. “No debe vincularse Podemos a ninguna persona”, advierte, para añadir que espera que en el ámbito valenciano se produzca lo que defiende junto a Errejón para el conjunto estatal. “Primero, debatir las ideas y, después, elegir a las personas. Yo estaré en el debate de ideas y después ya veré”, indica, tras dejar caer que habría que evitar reproducir un enfrentamiento en el que “se reduce la cuestión a un debate entre errrejonistas y pablistas”.