Àngela Ballester (Bellreguard, 1980) y Sandra Mínguez (Landete, Cuenca, 1983) son los dos únicos valencianos en la dirección estatal de Podemos y, aunque no se arrogan ninguna representatividad, también son los rostros locales del partido, que no tendrá dirección en la Comunitat Valenciana antes de febrero. Así ven ellas la política autonómica.
Podemos y las elecciones de mayo de 2015
“Podemos se presentará”, dice rotunda Ballester, que, con aplomo, no esconde su optimismo: “Y ganaremos”. Mínguez, profesora de matemáticas en un instituto público, comparte su entusiasmo pero, como hacen las dos a lo largo de la conversación, recuerda su falta de legitimidad para hablar como Podemos en la Comunitat Valenciana. “Podemos tendrá un documento político aprobado por la gente y una dirección clara a nivel autonómico en febrero, entonces podremos hablar de las autonómicas, aunque las directrices aprobadas por la militancia dejan claro que el partido no concurrirá con su marca a las elecciones locales pero si lo hará a las autonómicas”.
Ballester, licenciada en historia, se atreve a pronosticar que Podemos volará en solitario y no competirá por la Generalitat en compañía de otros partidos. La opción, rémota a día de hoy, no está descartada. “Si hay coincidencia ideológica, se trabaja el programa electoral con la ciudadanía y se hacen primarias abiertas para elegir las listas, se podría converger con otras fuerzas”.
Esta posibilidad, sin embargo, tiene el tiempo en contra. Podemos no tendrá su Pablo Iglesias valenciano –el secretario general- hasta el 14 de febrero, a apenas tres meses de las elecciones. Parece complicado que se pueda negociar, con listas abiertas y sus correspondientes elecciones primarias, una alianza entre Podemos y otros partidos progresistas como Compromís o Esquerra Unida. Otras componendas que agilicen el proceso se descartan. “No estamos aquí para negociar cargos y repartos de poder sino para cambiar las cosas”.
El problema valenciano
“Los problemas del País Valenciano son parecidos a los de España”, dice Ballester, que conoce a parte de la cúpula de Podemos por su trabajo en la fundación Ceps, el centro de estudios políticos donde colaboran o han colaborado algunos de los fundadores del partido. “No se puede tolerar que mucha gente sufra hambre y todo tipo de carencias mientras una minoría de privilegiados se lucra”.
“Podemos quiere ser una herramienta para el cambio real, darle voz a la ciudadanía contra la minoría que gobierna para unos pocos. Los desahucios mientras se rescata a los bancos, la pobreza infantil, los recortes generalizados, esos son los problemas”, tan españoles como valencianos, dice Mínguez. La situación cercana a la quiebra de la Generalitat se abordará, como otros asuntos, con “un programa y un gobierno de los mejores. Nos rodearemos de gente muy preparada que elabore propuestas económicas que sean refrendadas por la ciudadanía”¸ dice Mínguez.
La casta local
¿Ximo Puig, secretario general del PSPV, es casta? “No me gusta personalizar, creo que empobrece el debate, y seguramente la mayoría de concejales del PP o del PSOE no son casta, pero un partido que hace políticas pensando en los intereses de las eléctricas y no en la gente que no puede pagar la luz……..”, asegura Ballester. “Un partido que modifica la constitución deprisa y corriendo para anteponer el pago de la deuda a las necesidades de los ciudadanos no está en la misma onda que Podemos”. “Es casta, si” remata Mínguez.
¿Le negará Podemos sus votos a Puig para ser presidente llegado el caso? “No es momento de hablar de pactos pre o postelectorales. Primero, la elección abierta y democrática de la dirección con su correspondiente hoja de ruta. Luego, a elaborar el programa electoral. De lo otro ya se hablará”, dice Ballester, secretaria de coordinación de Podemos.
En búsqueda del Pablo Iglesias local
Ninguna de las dos desvela si aspirará a ser el Pablo Iglesias valenciano. Mínguez, que ha “enfocado la indignación” en “muchas manifestaciones” tras su implicación en el 15-M, echa balones fuera, pese a ser una de las impulsoras de Podemos en Valencia. Ballester, que forma parte del núcleo duro de Podemos como secretaria de coordinación, también. “El proceso ni siquiera ha empezado”, aclaran. Arrancará en enero, una vez se hayan elegido las direcciones –consejos ciudadanos- en todos los municipios con los militantes suficientes.
¿Podem o Podemos?
“En Valencia el círculo del que formo parte siempre se ha llamado Podem, pero el nombre dependerá del documento político-organizativo elegido por la ciudadanía”, explica Mínguez. “Yo creo que Podem sería una buena denominación en el País Valenciano”. Las dos están cómodas con ese nombre.
La centralidad del tablero.... no es el centro
Podemos no huye de posiciones progresistas ni ha girado al centro, según Mínguez y Ballester. “El centro del tablero político no es el centro”, explica Mínguez. “PP y PSOE nos quieren etiquetar, pero no estamos aquí para posicionarnos ideológicamente, sino para cambiar las cosas”, dice Sandra. “Apostamos por solventar los problemas de los ciudadanos. Si dejamos a la gente elegir entre ayudar a la gente o rescatar bancos, seguro que la respuesta es la primera”.
“Las etiquetas encasillan la realidad y son otro instrumento de PP y PSOE para modelar el debate político” e impedir el cambio, según Ballester, que advierte de movimientos de las fuerzas del bipartidismo para pactar tras las elecciones. “El PP se dice de derechas y el PSOE de izquierdas pero votan juntos el 70% de las veces en el Parlamento Europeo”, recuerda Mínguez. “Somos del sentido común”, añade. “Esas etiquetas ya no responden ni a la realidad ni a la necesidad de los ciudadanos”, concluye Ballester.