El ex presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) Pedro Agramunt aseguró que el informe que le involucra en actividades corruptas está basado en “falsedades”, por lo que estudia la posibilidad de emprender acciones legales para proteger su honor.
En un comunicado enviado este martes a EFE, Agramunt reaccionó así al informe de la comisión externa e independiente que investiga las alegaciones de corrupción en la APCE, y según la cual hay “fuertes sospechas” de que el político español del Partido Popular “fue parte de una actividad corrupta” aunque “no tiene evidencias claras”.
La comisión destacó en ese informe que Agramunt dio un “apoyo muy claro” a los intereses de Azerbaiyán, que tuvo un “papel clave” en decisiones favorables a ese país miembro del Consejo de Europa e intervino “para suavizar las críticas hacia las autoridades azeríes”.
“El relato y las conclusiones del informe suponen el mayor ataque a los derechos civiles de cualquier individuo en un Estado de derecho, proveniente de personas que se suponen son los que han de defender los derechos humanos”, se quejó Agramunt.
Cargó contra el contenido del informe, porque “traspasa todos los límites del Estado de Derecho y los estándares mínimos de la democracia” y “se acusa, se juzga, se condena y se ejecuta, sin iniciarse procedimiento contradictorio alguno”.
El senador valenciano del PP mostró su “satisfacción”, porque la “caza de brujas” de “algunos miembros del secretariado, de algunos parlamentarios y de algunas organizaciones con una agenda política muy clara hacia mi persona, no han conseguido demostrar nada”.
A su parecer, el informe está lleno de “manipulaciones, fábulas y rumores interesados, basados en testimonios en su mayor parte anónimos y contradictorios”.
Además acusó a la comisión de haber adoptado una actitud “claramente inquisitorial, cuyo método nos retrotrae a la Edad Media” y dijo que “si hubiesen pruebas, lo procedente sería ponerlas en conocimiento de los tribunales de justicia”.
Agramunt fue elegido presidente del Grupo del Partido Popular Europeo (PPE) en la APCE en junio de 2013 y en enero de 2016 presidente de esa cámara, que cuenta con parlamentarios de los 47 países miembros del Consejo de Europa.
Un polémico viaje a Siria con diputados rusos y la entrevista con el presidente, Bachar el Asad, en marzo del año pasado provocó que la Mesa de la APCE y su grupo le retiraran la confianza. Dimitió en octubre por la “difícil gobernabilidad y crisis” de la organización.