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El discreto paso de Vox en la Generalitat Valenciana: Barrera no ejecutó ni un 10% de su presupuesto

El paso de Vox por la Generalitat Valenciana ha sido breve temporalmente, intenso en lo político y discreto en la gestión. El partido de ultraderecha ha protagonizado numerosas polémicas, ha querido librar una batalla cultural, pero, en lo referente a la gestión política, apenas ha movido su presupuesto. Pese a que la ejecución presupuestaria del Consell de Carlos Mazón ha sido escasa en el primer semestre -apenas superaba el 10% en el presupuesto total y estaba en el 0,33% en el caso de las inversiones reales-, y se han sucedido protestas por impagos desde principios de año, las cifras son especialmente llamativas en el caso del ya exvicepresidente y conseller de Cultura y Deporte, Vicente Barrera.

Según el portal presupuestario de la Generalitat Valenciana, la Vicepresidencia primera y Conselleria de Cultura solo pagó en junio 22 millones de euros de los 241 con los que cuenta. Es apenas un 9,13% del presupuesto en los seis primeros meses del año, una cifra que incluye las nóminas de los trabajadores públicos. Si se tiene en cuenta el presupuesto reconocido, la cifra asciende a 68 millones de euros, el 28% del total.

Respecto a las inversiones reales -el dinero disponible para gastar- su departamento apenas superó en el primer semestre el 3%: de 35 millones de euros, apenas se comprometieron 5 millones de euros, hay reconocidos 1,2 millones y pagados solo 800.000 euros. En el caso de las transferencias -150 millones entre corrientes y de capital- apenas se han pagado un tercio. En los gastos de personal sí se aprecia un buen porcentaje de ejecución: de 26,7 millones previstos, hay comprometidos pagos por 21 millones y abonados 10,5.

Por departamentos, la dirección general de Cultura solo ha pagado 10 millones de los 100 que tenía asignados y tiene 84 comprometidos; la de Patrimonio Cultural, 37 millones comprometidos y 6 gastados, de 65 presupuestados; la de Deportes, de 40 presupuestados, ha comprometido 17 y pagado tres millones, siempre según el visor presupuestario de la Generalitat Valenciana.

Mazón desgranó dos direcciones generales y las fusionó, dándole el rango de vicepresidente al torero, como exigía la formación ultra. Su presupuesto en el primer año de Gobierno conjunto fue escaso, acorde a la idea de austeridad que el bipartito quiso trasladar: 220 millones de euros, un 2% menos que lo que tuvieron las direcciones equivalentes cuando este departamento formaba parte de la cartera de Educación. Posteriormente, según el portal de transparencia, el presupuesto rectificado es de 241 millones de euros.

Con la remodelación del Consell tras la salida de Vox, las direcciones generales de Cultura y Patrimonio regresan a la Conselleria de Educación, mientras que la de Deportes pasa a Presidencia. En junio, el Ejecutivo autonómico ha dado un empujón a la lentitud en la gestión. El portal indica que de los 32.000 millones de prespuesto, hay ya 25.000 millones comprometidos, aunque solo 11.800 pagados.