Al final la culpa de todo el enfrentamiento entre la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana Mónica Oltra y el conseller de Hacienda, Vicent Soler, ha sido de Nepal. No de la República Federal Democrática de Nepal sino de la aplicación Nepal que usa el departamento de Hacienda para diseñar el presupuesto de la Generalitat Valenciana.
Hacienda, tras una frenética semana de tira y afloja entre ambos departamentos, ha registrado este miércoles una corrección de errores de 199 páginas, probablemente la más larga de la historia del parlamentarismo valenciano, respecto a la sección 16 que corresponde a la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas que dirige Mónica Oltra. El documento indica que “se han advertido errores relacionados con la consignación de determinados créditos entre programas y capítulos de gasto” en la sección 16. Los errores “están producidos por disfunciones en el proceso de elaboración del presupuesto, concretamente en la grabación”.
El encabezamiento de la corrección de errores asegura que “los datos de grabación reflejados en la aplicación Nepal por los servicios competentes no coincidieron, ni con la documentación remitida complementaria, ni con lo que finalmente quedó reflejado en los correspondientes tomos que deben acompañar como documentación al proyecto de ley de Presupuestos”.
En las siguientes 198 páginas, Hacienda procede a modificar todo el presupuesto de la conselleria de Oltra mediante una corrección de errores “pertinente”. Soler ha lamentado “profundamente” la “incidencia puntual con la sección 16” e incide en que “la corrección de errores sobre la distribución de sus cuantías no influye en el carácter extraordinario de estas cuentas”, según una nota de prensa enviada por su departamento.
La corrección de errores cambia totalmente la distribución de los presupuestos publicados el pasado viernes para la sección de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, dependiente de la vicepresidencia del Consell en manos de Compromís, segunda fuerza del Gobierno autonómico. La corrección llega después de que el departamento de Oltra detectara que las partidas presentadas tras el pleno del viernes no coincidían con lo acordado en la Comisión delegada de Hacienda y exigiera su modificación. Ninguna partida, según fuentes de la vicepresidencia, cuadraba con los números previstos.
La explicación contrasta con la línea argumental que ha mantenido la conselleria de Soler, según la cual todo el enfrentamiento nace de la supuesta fijación de Oltra por mantener 21 millones de euros que excedían el tope de gasto. Además, en el trasfondo del duro enfrentamiento entre Oltra y Soler aparece la tensión sistemática entre socios que se reproduce cada año con la elaboración de los presupuestos, un proceso complejo que este año se ha desmadrado hasta tal punto que la vicepresidenta ha pospuesto su comparecencia en la comisión de las Corts Valencianes hasta la última sesión del viernes, en lugar de hacerlo la primera, como todos los años.
La nueva sección 16 prevé un gasto total de 1.921 millones de euros. Los 21 millones restantes los obtendrá el departamento de Oltra mediante modificaciones de crédito que Soler se ha comprometido a aprobar para el primer trimestre del 2021. “Ha sido una incidencia puntual que lamento profundamente y que afectaba únicamente a una cuantía que representa el 0,08% del total del presupuesto”, ha dicho el conseller de Hacienda, quien también ha reiterado que “a partir de ahora es nuestra responsabilidad aprobar el que es sin duda el mejor presupuesto de la historia de la Generalitat, con un incremento extraordinario del gasto social y de los sectores productivos”. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quitaba hierro a la bronca asegurando que los roces son normales en un Gobierno de coalición y pedía centrar la atención en las cuentas previstas para hacer frente a la pandemia.
La modificación de las cuentas por parte de Hacienda ha causado un fuerte malestar en el Gobierno autonómico. Hasta en Unides Podem reclamaban que no era el momento de hablar de estos temas, sino de defender los presupuestos más expansivos que ha aprobado el Ejecutivo autonómico hasta la fecha en plena crisis sanitaria de la pandemia de la COVID-19. Para Compromís, esta maniobra socialista daña aún más la ya tocada confianza entre socios, después de que Ximo Puig decidiera adelantar unilateralmente las elecciones autonómicas para ligar su destino al de Pedro Sánchez. Las formas no han gustado nada a un sector de la coalición, que considera que el devenir de los acontecimientos busca dejar a la vicepresidenta como una “loca” —una palabra que se ha pronunciado en repetidas ocasiones en privado en las últimas horas— y desacreditarla como dirigente, dejando todo el problema presupuestario en una mera transferencia de 21 millones de euros, ignorando que las cuentas no coincidían.
La portavoz adjunta de Compromís, Aitana Mas, apuntaba que “ha habido una interpretación distinta de un acuerdo” que se tomó a última hora y se votaron unos presupuestos que no reflejaban ese acuerdo. “Nos ha sorprendido muchísimo”, indicaba. El portavoz socialista, Manolo Mata, pedía perdón a los socios y a los ciudadanos por la situación “incómoda” creada y lo atribuía a una mala comunicación en un momento puntual -a veces hablamos pero no nos entendemos, comentaba el síndic-. A su vez, la oposición ha cargado duramente contra el “espectáculo bochornoso” del Gobierno autonómico “mientras los valencianos reclaman consenso y unidad para paliar los efectos de la crisis”, consideraba el diputado de Ciudadanos Tony Woodward.. “Nos tememos que estamos ante una enmienda a la totalidad de los socios del Botànic a sus propios presupuestos, porque Compromís sigue más preocupado por el 'qué hay de lo mío' que por trabajar realmente por todos los valencianos”, ha advertido. El PP, a través de Rubén Ibáñez, ha afeado que el Gobierno valenciano “no esté a la altura de las difíciles situaciones que se están viviendo”, por lo que les ha instado a “la responsabilidad y el sentido común” para estar “al lado de los valencianos” y no en las “cuotas y luchas de poder”. La oposición tiene dudas sobre la validez legal de la fórmula para la corrección de errores y la examinará con detalle.