Todas las huellas del PP en la campaña sucia contra la izquierda
Cuantos más datos oficiales se van conociendo de las campañas electorales del 28A y el 20N de 2019, más se acredita la relación entre el Partido Popular de Pablo Casado y los autores e instigadores de la guerra sucia contra la izquierda que trató de promover la abstención en esos comicios. Y además, con importantes cantidades de dinero de por medio. En el centro de la guerra sucia, que el PP continúa negando, el consultor político valenciano Josep Lanuza. Él fue quien compró en redes sociales los anuncios para desmovilizar el voto a PSOE y Podemos antes del 20N; es el administrador de la sociedad Publyck Worldwide, que facturó al PP 411.400 euros en las primeras generales del pasado año. Lanuza es empleado de Aleix Sanmartín, que a su vez trabajó como asesor personal de Pablo Casado para ambos comicios, según ha quedado acreditado.
Lo ha reconocido incluso el PP: Sanmartín fue uno de los ideólogos de las campañas en las que Casado fue candidato, aunque el partido siempre ha negado que Lanuza trabajara para la del 20N, a pesar de que su jefe seguía a sueldo de los conservadores. Sanmartín, además, fue también el inspirador de la campaña que llevó a Juan Manuel Moreno Bonilla a la presidencia de la Junta de Andalucía.
Tirando de los flecos de aquel ovillo y dentro del Gobierno andaluz aparece un nuevo personaje no menos importante en esta trama contra la izquierda. Se trata del director del Centro de Estudios Andaluces, Tristán Pertíñez, alto cargo en el Gobierno de Moreno Bonilla en la actualidad y que era el propietario de la empresa Publyck Worldwide hasta el 15 de abril de 2019, cuando ya había comenzado la campaña electoral y tras haber pasado más de un mes de su nombramiento en la Junta. Pertíñez y su socio vendieron la mercantil que pocos días después ingresó más de 400.000 euros del PP a Lanuza, empleado de Aleix Sanmartín.
Pertíñez negó a elDiario.es que conociera a los compradores de su empresa y atribuyó la operación a su socio. Pero elDiario.es ha podido confirmar que Sanmartín y Pertíñez se conocen de sus años como estudiantes en la Universidad de Granada. Allí, Sanmartín y Pertíñez fueron rivales políticos y compartieron reuniones en las juntas de centro. El primero, capitaneando la asociación de estudiantes Politeia, de tendencia progresista, y el segundo, en la Asociación Granadina Universitaria Albatros (AGUA), conocida por ser el brazo universitario de la Nuevas Generaciones del PP. Un miembro de AGUA y mano derecha de Pertíñez en la asociación, el ahora diputado del PP en la Junta 'Jota' Carmona, fue quien abrió la puerta a Sanmartín en el equipo de campaña de Juan Manuel Moreno Bonilla.
La Universidad de Granada fue de las primeras de España en abrir una Facultad de Ciencias Políticas y Sociología: se inauguró en 1988. En los años 90 y primera década de los 2000 se convirtió en cantera de políticos, asesores y jefes de campaña de los partidos. Sobre todo surtió al Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Otros alumnos pasaron a engrosar las filas de los populares, en Andalucía y en el resto de España.
Un ejemplo es Sanmartín, que empezó a asesorar a los socialistas de Córdoba. De ahí pasó a ayudar en la campaña de reelección a la presidencia del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2008 y de allí, a asesorar al exministro cordobés Miguel Ángel Moratinos en el Ministerio de Asuntos Exteriores, que fue quien le reclamó en un primer momento.
Pertíñez, por su parte, ha trabajado durante años como profesor, aunque ha hecho trabajos de asesoría política como autónomo. La victoria de Moreno Bonilla ha sido su trampolín a la primera línea política. Desde la gerencia del Centro de Estudios Andaluces ha impulsado lo que se conoce ahora como el CIS andaluz. Con dinero público realiza encuestas políticas para la administración, un granero interminable de información para su nuevo jefe, la mano derecha del presidente, el consejero de Presidencia, Elías Bendodo.
En la campaña electoral donde consiguieron del PP un contrato de 411.400 euros, Sanmartín y Lanuza también se reunieron con los responsables de campaña del PSOE valenciano para las elecciones del 28A en las que Ximo Puig fue reelegido presidente de la Generalitat. Las tácticas de desmovilización del voto que se usaron para ayudar al PP el 20N se las ofrecieron a los socialistas valencianos, como contó este periódico en noviembre del pasado año.
Otra de las patas de esta red que favoreció la campaña sucia fue Javier Ager, militante de Nuevas Generaciones y gestor de las redes sociales del partido en Murcia. Ager manejaba ocho de las páginas que fingían estar promovidas por simpatizantes de otros partidos para criticarlos desde dentro. Montó desde una página a la que nombró 'La Naranja', que llamaba “veleta” a Albert Rivera y resaltaba su relación con Vox o con “los franquistas”, hasta otra que llamó 'Recuperar el PSOE' y publicaba noticias críticas con los cargos socialistas. Para estos anuncios en redes sociales invirtió 17.000 euros siendo estudiante universitario.
El Tribunal de Cuentas está a la espera de que Lanuza, administrador de Publyck Worldwide, le entregue el contrato y la factura que le hizo al PP para las elecciones del 28A. En un primer momento, la sociedad no ha entregado la documentación requerida. Lanuza explicó a elDiario.es que se trataba de gastos para un call center para hacer encuestas diarias. Estos conceptos, según la Ley Electoral, no son subvencionables con fondos públicos. En caso de no recibir la documentación, la Fiscalía del Tribunal de Cuentas podría emprender acciones para averiguar toda la información relativa a esos contratos.
Lanuza admite todas esas relaciones, la contractual con Sanmartín y la compra de la empresa a Pertíñez, pero sigue alegando que los anuncios que puso como supuesto seguidor de Íñigo Errejón en contra de PSOE y Unidas Podemos los publicó a título personal y los pagó de su bolsillo porque en realidad es fan del líder de Más Madrid.
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