Los crecientes problemas emocionales, que se han acentuado con la pandemia y se ceban con la población más joven, se han quedado en la agenda política valenciana. El Ejecutivo autonómico ultima la redacción del plan de salud mental, una estrategia a varios años vista para reorganizar el sistema asistencial e incidir en la prevención de los problemas desde la infancia y adolescencia, donde se estima que aparecen el 70% de los trastornos.
El plan, diseñado a raíz de la convención ciudadana celebrada entre marzo y abril, ha fijado como “prioridad” la atención a la población joven, con actuaciones en centros educativos y, especialmente, el refuerzo de personal e infraestructuras. “Los jóvenes necesitan los anclajes y la atmósfera adecuada que les den los recursos de salud mental para desarrollar sus proyectos de vida”, apuntó el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en un encuentro reciente con el comisionado de Presidencia para el plan de salud mental, Rafael Tabarés, y varios participantes de la convención ciudadana.
La agenda política incluye entre las grandes actuaciones la creación de cuatro hospitales de día, un centro de crisis, tres equipos de intervención comunitaria y tres equipos de alta complejidad. El comisionado recalcó en su encuentro con los grupos parlamentarios que “es necesario mejorar la coordinación de todas las instituciones relacionadas con la salud mental” además de “la necesidad de mejorar nuestras ratios de profesionales desde el punto de vista multidisciplinario”. La convención ciudadana, un proceso participativo pionero a escala autonómica, puso el foco en la atención urgente a los problemas de salud mental, reclamando un servicio público similar al 112 para atender las emergencias.
En la Comunitat Valenciana no existen infraestructuras específicas para la infancia y la adolescencia, apuntó el catedrático en Psiquiatría, recalcando la falta de recursos del sistema público. En esta línea se enmarcan las acciones, que arrancarán en 2023 y se desarrollarán durante cuatro años, con una inversión anual de 4,6 millones de euros en recursos humanos e infraestructuras.
La previsión es crear cuatro hospitales de día, distribuidos para dar cobertura al territorio autonómico, que cuenten con cuarenta profesionales. Cada centro tendrá un equipo formado por dos psiquiatras, un enfermero especializado en salud mental, dos psicólogos clínicos, dos trabajadores sociales, un terapeuta ocupacional, dos educadores sociales y una persona para los trabajos de administración. En paralelo se creará un espacio de acogida para situaciones de crisis, que contará con 16 profesionales, diez de ellos educadores sociales junto con los profesionales médicos.
En cuanto a los recursos humanos, se crearán tres equipos de intervención comunitaria con 12 profesionales, que se incorporarán como personal estructural de la Conselleria de Sanidad, y tres equipos de alta complejidad con otros 15 profesionales. En total, los 83 profesionales se irán incorporando el primer año, aunque se estudia cómo incrementar el personal, apuntan desde el equipo de redacción del plan.
Las recomendaciones de la Convención Ciudadana
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y los grupos parlamentarios de las Corts Valencianes, recibieron las recomendaciones de la convención ciudadana la pasada semana, una batería de 280 propuestas que surgieron del proceso participativo celebrado en primavera y se irán adaptando al plan de acción. Los 70 ciudadanos que trabajaron en las cuatro jornadas recalcan la necesidad de incidir en el ámbito educativo, en la prevención y en la divulgación de la salud mental como bienestar emocional colectivo, frente al tabú y la vergüenza.
El dirigente autonómico aboga por trabajar en la prevención en el ámbito de la educación. “Es básico que haya recursos e itinerarios que den respuestas a las familias que sufren la incertidumbre que significan los problemas de salud mental”, indicó Puig en la reunión, donde se comprometió a aplicar las líneas que surgieron de la convención. Las propuestas del plan de acción, en fase de redacción, tendrán que incorporarse a los últimos presupuestos del Gobierno del Botánico, que empezarán a dibujarse en septiembre.