Guillem Agulló fue asesinado en Montanejos (Castellón) la noche del 11 de abril de 1993 por una cuchillada en el corazón por un grupo de nazis de València. Guillem era un joven de 18 activista de formaciones políticas como los independentistas Maules y el colectivo antirracista SHARP, y cuando pasaba sus vacaciones de Pascua de acampada en aquella localidad el grupo nazi se enfrentó a él, tres lo sujetaron y el posteriormente condenado Pedro Cuevas le asestó la cuchillada mortal. Los asesinos huyeron a grito de “llega España” mientras los amigos de la víctima no puedieron hacer nada por salvarle la vida.
23 años después ACPV (Acció Cultural del País Valencià) y el Movimiento contra la Intolerancia, con la adhesión de varias asociaciones,quieren que Guillem Agulló sea un símbolo de la memoria de todas las víctimas de crímenes de odio, y por ello han presentado al Ayuntamiento de València una petición formal dirigida al alcalde Joan Ribó para que se dedique una calle con su nombre.
La iniciativa también ha llegado a las ciudades catalanas de Barcelona y Molins de Rei, y la valenciana de Simat de Valldigna que ya han acordado dedicarle una calle a Guillem Agulló, y el Ayuntamiento de Madrid hará otro gesto análogo dedicando una calle a Carlos Palomino (otro joven asesinado por el fascismo).
Tras el asesinato de Guillem Agulló se produjo una oleada de indignación con movilizaciones multitudinarias, manifestaciones de denuncia y todo tipo de actos. Así mismo, se constituyó una acusación popular formada por varios colectivos y organizaciones que se personaron en la causa. La imagen de Guillem agulló se convirtió en un símbolo antifascista, pero también neonazi que popularizaron entre los ultras la expresión “Guillem jódete”.
En 1996 el asesino de Guillem Agulló fue condenado a 14 años de prisión, cuando se pedían 25 de condena, pero además se redujeron a 4 por buen comportamiento. En el juicio se despolitizó la causa, colocando el asesinato en el contexto de una pelea juvenil, por lo que se absolvió a los otros 4 acusados.
El año 2005, la Guardia Civil desarticuló una organización nazi en el País Valenciano, el Frente Antisistema (HACES), que se dedicaba, según la nota de la Guardia Civil , a vender armas prohibidas y organizar “cacerías” contra inmigrantes y militantes de izquierdas. La operación Panzer permitió detener al grupúsculo neonazi,entre las cuales, el asesino de Guillem Agulló. No obstante la justicia absolvió a los acusados tras anularse las grabaciones presentadas como pruebas.
A raíz de este caso distintas organizaciones decidieron dar un paso adelante y formaron la plataforma Acción Popular contra la Impunidad, que reúne más de 30 organizaciones sociales, culturales, políticas y sindicales. La plataforma hizo llegar al Congreso español y a la Comisión Europea sus denuncias sobre los ataques impunes de la extrema derecha, entre los cuales se cuentan más de una veintena de atentados con explosivos contra ONG y suyos políticas, agresiones contra inmigrantes, mezquitas, y boicots habituales de grupos ultras contra actas de asociaciones culturales.