Un técnico insiste: Una baliza hubiera evitado el accidente de metro

EFE

Valencia —

José Jesús Valencia, oficial de oficio en la estación de Valencia Sud en el momento del accidente de metro de 2006, ha criticado la “escasez” de medios y de personal en Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) y ha asegurado que una baliza hubiera evitado el siniestro.

Valencia, quien participó en la última revisión del tren accidentado, ha comparecido este lunes ante la comisión de investigación de las Corts sobre este accidente en el que murieron 43 personas, donde ha pedido perdón a las víctimas por su “amnesia” y por haberlas “olvidado” durante una época.

Se ha mostrado seguro de que el mantenimiento y el estado del material no tuvo nada que ver en el descarrile, al menos en aquellas cuestiones que pudieran haber sido detectadas en las revisiones o durante el mantenimiento, y que el accidente se debió al “exceso de velocidad y la falta de corrección de carácter técnico”.

Ha afirmado que las unidades UTA, modelo que descarriló en 2006, son “muy seguras”, siempre que no superen la velocidad para la que están diseñadas, pero no en el caso de velocidades de entre 80 y 90 kilómetros por hora, que es la que, al parecer, llevaba el metro cuando descarriló.

Ha criticado la gestión desarrollada en FGV en los últimos años y la falta de presupuestos e inversiones, especialmente en la Línea 1, cuya situación ha calificado de “muy precaria”, y ha denunciado que se pretendía “suplir con velocidad la falta de material” y que se llegaba a sancionar el incumplimiento de los horarios.

A su juicio, en aquellos años FGV estaba muy centrada en iniciativas de gran “impacto mediático” -como campañas solidarias o salas de exposiciones-, cuando lo que debería haber hecho es “dedicarse al transporte”.

Ha afirmado que los trenes nunca salían con una avería que pudiera afectar a la seguridad o que pudiera dejarlo parado en un túnel, y se ha mostrado convencido de que una baliza hubiera parado el convoy, que podría haber descarrilado pero no haber causado 43 muertos.

Respecto de los cristales, ha dicho que el diseño y el tipo de sujeción que se utilizaba entonces “tuvo que ver con la mortalidad del accidente” y ha recordado que en Fallas cuando había más aglomeración en los trenes les llevaban ventanas “para reparar porque se habían salido” del sitio.

FGV una empresa “segura”

Este oficial de oficio, actualmente destinado en los talleres de la estación de Machado, ha señalado que aunque quedan “muchas cosas por hacer”, FGV es en la actualidad “una empresa segura”, ya que tras el accidente se realizó una fuerte inversión y se han “extremado” las revisiones.

Sobre el libro de averías, ha explicado que cuando llegó a la empresa en el año 2000 le llamó la atención que una vez terminado se tirara “a la basura directamente”, aunque ha dicho que al final se veía normal porque previamente “se informatizaba en la oficina técnica”.

Valencia, quien ha considerado que el accidente “fastidió” la visita del papa a Valencia, producida pocos días después, ha destacado que FGV tiene una estructura jerárquica, en la que no se hace nada “por iniciativa propia” ni se toma una decisión sin que algún superior la supervise o la dé por escrito.

Al respecto, ha dicho que no le consta que nadie de los talleres entrara en el tren siniestrado durante su custodia en los talleres de Valencia Sud, y en todo caso, ha afirmado que nunca hubiera sido por iniciativa propia sino que serían “decisiones a nivel de Gerencia”.