El Consejo de Gobierno de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales ha aprobado el nombramiento de Vicent Sanchis como nuevo director de Televisión de Cataluña, en sustitución de Jaume Peral, que deja el cargo por motivos personales.
Vicent Sanchis y Llàcer (València, 1961) es periodista, licenciado en Ciencias de la Información por la Universitat Autònoma de Barcelona y doctor en Comunicación por la Universitat Ramon Llull. Ha sido director del semanario 'El Temps' (1984-1988), de la revista 'Setze' (1988), director adjunto y director del diario 'El observador' (1990-1993) y director del diario “Avui” (1996-2007). Posteriormente, presidió la Corporació Catalana de Comunicació SL, editora de este diario.
En el campo audiovisual, ha sido guionista y director de varios programas de Televisió de Catalunya y en 2009-2010 fue director del canal Barça TV. Profesor de la Universitat Ramon Llull, actualmente ejercía el cargo de director adjunto del diario digital “El Món”.
Desde la CCMA se afirma que “Vicent Sanchis llega con la voluntad de dar la máxima ambición al proyecto audiovisual de la CCMA y garantizar la calidad del servicio público de comunicación que desarrolla la televisión nacional de Cataluña”.
Críticas del Comité d'Empresa de TVC
No obstante los trabajadores de Televisió de Catalunya no han dado una cálida acogida al nuevo director. Así en un comunicado el Comité de empresa y el Consejo profesional de TV3 afirman que “desaprobamos el nombramiento sorpresa”, un nombramiento “repentino y sin argumentos claros y profesionales, que mina la credibilidad del medio y, en consecuencia, de sus profesionales”.
Añaden que el nombramiento de Vicent Sanchis “no es una buena señal para la independencia profesional, la pluralidad y la apertura de la CCMA al conjunto de la sociedad”. Además acusan al Gobierno y a la mayoría del Consejo de la CCMA de que “continúan viendo la Corporación como un instrumento de propaganda a corto plazo que hay que controlar”.
Con todo reclaman una urgente reforma de la Ley de la CCMA, “que comporte un Consejo de gobierno profesional desgubernamentalizado y despartidizado, y con unos directivos escogidos por concurso de méritos y no por filiaciones ideológicas”.