Isabel Bonig, consellera de Infraestructuras, ha manifestado su “sorpresa” por el decálogo de los empresarios dirigido al Gobierno central para reclamar infraestructuras, porque según ha dicho todo lo que plantean está “en marcha” con el Ministerio de Fomento y se ha impulsado desde la Generalitat con la participación del empresariado.
Bonig ha indicado que en la época de Zapatero había “bonanza”, pero “discriminó” a la Comunitat en 400 millones de euros anuales de inversión, no programó el Corredor Mediterráneo, ni hizo nada sobre las plataformas logísticas y dejó sin licitar un tramo para que el AVE pudiera llegar a Alicante.
Bonig ha señalado que los datos de las balanzas fiscales conocidos ahora corresponden a 2011, cuando gobernaba Zapatero, y entonces los socialistas valencianos “aplaudieron” el modelo de financiación y no reclamaban infraestructuras para la Comunitat.
Bonig asegura que la publicación de las balanzas fiscales ha revelado un dato “objetivo” que todos conocían, y es que la Comunitat Valenciana está “mal financiada”, como evidencia el saldo fiscal negativo de 2.018 millones de euros, que se podrían destinar a educación, sanidad o bienestar social.
Por este motivo ha destacado que el PP va a seguir reivindicando un cambio en el modelo de financiación autonómica y se ha mostrado convencida de que el Gobierno intentará establecer algún mecanismo de compensación mientras se reforma el modelo, para que de esta forma se puedan atender los servicios públicos básicos.