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El PP votará en contra de Puig y fuerza al pacto con Compromís y Podemos

Lo que este lunes eran acuerdos programáticos de gobierno de cara a formar gobierno en la Generalitat -a falta de decidir quién sería la persona que dirigiría el nuevo Consell (el socialista Ximo Puig o la valencianista Mónica Oltra)-, este martes se ha convertido en una ruptura -“suspensión” según el secretario de Organización del PSPV, Alfred Boix- de las negociaciones con Compromís por la actitud “insultante” de los nacionalistas.

Así, ante este panorama, los socialistas anunciaban esta “suspensión” de las negociaciones tanto para la Generalitat como para el Ayuntamiento de Valencia -aunque posteriormente, Joan Calabuig, candidato del PSPV en la ciudad, reiteraba el apoyo comprometido para la investidura de Joan Ribó el pasado viernes-, lo que les abría las puertas de un pacto con Ciudadanos, que les ofrecía a los socialistas la alcaldía de Valencia, la presidencia de Les Corts y la jefatura del Consell.

Sin embargo, para que Ximo Puig pueda ser nombrado president de la Generalitat necesita -además del respaldo de Carolina Punset y sus diputados- de la abstención del PP. Un partido Popular que se ofrecía “como fuerza más votada” para liderar gobiernos estables en la Comunitat Valenciana, con lo que se ofrecen para liderar gobiernos ante la “chirigota” de la izquierda, pero no para posibilitar la investidura de otros.

Es más, los populares descartan -según publica ABC- votar el nombramiento de Puig e incluso abstenerse, con lo que los diputados de socialistas y Ciudadanos serían insuficientes para la investidura, ya que los votos en contra -los citados del Partido Popular más los de Compromís y Podemos- serían superiores en número a los favorables.

Así las cosas, tan sólo quedan dos alternativas posibles. Que los socialistas retomen las negociaciones con Compromís (que ha manifestado por su parte que no hay “ruptura del diálogo” con el PSPV) y Podemos de cara a la formación de un nuevo gobierno -con lo que volvería a salir a la palestra la polémica acerca de quién debe dirigir el nuevo Consell-, o que sean capaces de desbloquear la situación y se tengan que convocar de nuevo unas elecciones autonómicas en la Comunitat Valenciana.