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Primos del rey emérito se quejan por carta de que vecinos de una aldea dañada por la DANA pasan por su finca

Una empresa de la marquesa María de Borbón y de Rojas, prima del rey emérito Juan Carlos I, ha pedido que se prohíba el paso por un camino de su propiedad a afectados por la catástrofe de la DANA avecinados en una aldea de Requena. “No entendemos este empecinamiento en pasar por nuestra propiedad habiendo dos caminos públicos y no siendo nosotros responsables de ninguna reparación de la vía destruida por la DANA”, afirma una carta de Borcier SA, la mercantil propietaria de la finca Casa Vieja, a la que ha tenido acceso elDiario.es.

Se trata de la empresa que posee gran parte de las tierras de la zona. La sociedad de la prima del rey acumula 1.997 hectáreas de tierra de huerta de secano, pinar y “monte blanco” en la finca conocida como Coto del Reatillo, adquirida en 1995, según los datos consultados por este diario en el Registro de la Propiedad de Requena. La extensión equivale a 2.797 campos de fútbol.

La aldea del Reatillo también sirvió durante la posguerra como campamento de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA), el precario maquis comunista de resistencia al primer franquismo. Actualmente, viven, al menos, tres vecinos de avanzada edad (Vicente, Dora y Miguel), además de un pastor. A tiro de piedra, la finca de la prima del rey, situada en el kilómetro 10.600 de la CV-395 que conecta Requena y Chera, se erige también en coto privado de caza.

El puente que une la carretera CV-395 con la aldea del Reatillo se ha “derrumbado” por la “devastadora” DANA, afirma la carta de la empresa, que también recuerda que no le corresponde su reparación. Borcier SA dice que “no concede ni ha concedido ningún permiso” para que los aldeanos atraviesen su propiedad ni se hace responsable de cualquier tipo de “incidente” que pueda suponer “responsabilidad o reclamación” para los propietarios.

La carta, firmada por el administrador único de la mercantil, Ramón José de la Cierva García-Bermúdez, fue remitida el pasado 7 de noviembre a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), a la Conselleria de Agricultura, Aguas, Ganadería y Pesca y a los ayuntamientos de Requena, Siete Aguas y Chera. En la misiva, la empresa reconoce que los vecinos de la aldea del Reatillo “se encuentran incomunicados” a consecuencia de la catastrófica DANA que azotó el pasado 29 de octubre a la comarca.

Los vecinos de la pequeña aldea “se encuentran incomunicados por decisión propia al no haber aceptado la evacuación por el helicóptero de la Guardia Civil” y, siempre según la empresa, “se niegan a trasladarse” por los caminos públicos que unen el Reatillo con Siete Aguas y las Oliveras.

Los familiares del rey emérito denuncian el tránsito por sus caminos de vecinos afectados por la DANA, “con vehículos o a pie y con perros sueltos dentro de un coto privado de caza”. También atraviesan parcelas de cultivo, agrega la misiva.

Activos de 3,9 millones de euros

Borcier SA, creada en 1990 y dedicada al cultivo, cuenta con unos activos de 3,9 millones de euros (la misma cifra que su capital social y su inmovilizado material), según sus últimas cuentas anuales, correspondientes al ejercicio 2023 y depositadas ante el Registro Mercantil. Cuenta con tres trabajadores con contrato fijo, dos de ellos en el campo y un tercero, empleado en la oficina y con sueldo de alta dirección.

María de Borbón y de Rojas, hija del marqués de Squilache Alfonso de Borbón y Caralt, figura como apoderada de la empresa, al igual que sus hijos Iván y María de la Cierva Borbón. El marido de la marquesa, el ingeniero agrónomo Ramón José de la Cierva García Bermúdez, figura como administrador único.

El ingeniero, en una conversación telefónica con este diario, reconoce que “la solución” con sus vecinos “no es fácil”, al depender la aldea del Reatillo de tres términos municipales (Requena, Siete Aguas y Chera) y estar situada en una zona inundable. “La aldea no tiene teléfono, electricidad o alcantarillado”, recuerda el administrador único de Borcier SA (acrónimo de Borbón y de la Cierva).

“Hemos sido los primeros en llegar al Reatillo a preguntar por ellos y por su estado de salud; justo en ese momento llegó el helicóptero de Guardia Civil”, relata de la Cierva, marqués de Mairena. El hombre, según explica, pretende simplemente desvincularse de cualquier tipo de responsabilidad en caso de accidente en su propiedad. Ramón José de la Cierva asegura que ha colaborado preparando un escrito para solicitar ayuda a los servicios sociales de los tres ayuntamientos para los vecinos de la aldea afectados por la DANA.

También afirma que ha quedado con Juanito, un pastor con un corral en la aldea, para autorizarle a “empacar” sus “ovejas” y sus “corderos” en la excelsa propiedad de los marqueses. “A la Guardia Civil le hemos dicho de forma clara que lo que vamos a hacer es mirar para otro lado aunque [el terreno] está muy mal para pasar”, abunda de la Cierva, quien reclama a la CHJ que arregle el “puente caído”. “Oficialmente, no puedo autorizarles a que pasen por mi propiedad pero es un tema excepcional y miro para otro lado”, defiende el propietario de la finca.

Los “empecinados” aldeanos del Reatillo

La carta del pasado 7 de noviembre, en un tono más contundente, lamenta que los vecinos de la aldea estén “empecinados” en pasar por la finca. “Creemos”, afirman los familiares del rey emérito, que el pasado 6 de noviembre, los vecinos de la aldea “llamaron a la Guardia Civil para que les indicaran por dónde cruzar”. “Lo que sí sabemos es que la Guardia Civil les indicó el camino de las Oliveras-El Reatillo para que fuese ese camino el que utilizar”, apostilla la carta.

Sin embargo, según el relato de la empresa, el pasado 7 de noviembre los aldeanos desoyeron “repetidamente” las supuestas indicaciones de la Guardia Civil, “empecinados en transitar por propiedad privada”. Los dueños de la finca aseguran que los vecinos dañaron su propiedad y se pusieron en peligro. “El terreno está peligroso, embarrado, inestable [e] inclinado”, advierten en la misiva.

Al administrador único de Borcier SA no le consta que los aldeanos tengan permiso de la CHJ para “invadir” el dominio hidráulico público y, además, sostiene que han llevado a cabo una “creación ilegal de una ruta” por su propiedad. La misiva concluye solicitando que conste su “oposición” a que los vecinos atraviesen los caminos y las parcelas privadas e insistiendo en la “ausencia de responsabilidad” por parte de la mercantil en caso de accidente.

“Volvemos a reiterar que estos vecinos de la aldea del Reatillo, de forma voluntaria, no han querido ser evacuados y reubicados por el helicóptero de la Guardia Civil que aterrizó en la aldea, y que disponen de dos caminos públicos, que están bastante mejor de estado que la ruta peligrosa que están creando sin permiso de nadie y usando libremente sin permiso”, reitera la misiva.

Los negocios de los marqueses

Ramón José de la Cierva, que también es consejero delegado de la inmobiliaria Ferisa Galicia SA y apoderado de Global City Information Technologies SL, contesta la llamada de este diario desde Madrid. El matrimonio de marqueses vive a caballo entre la capital y la finca de Requena. “Es complicado”, insiste en referencia a la situación de los vecinos de la aldea, la mayoría de avanzada edad y sin descendencia. “Teóricamente, son tres vecinos”, explica de la Cierva en referencia a los más longevos, aunque también viven en el Reatillo el pastor y dos vecinos más, asegura.

Su esposa, prima del rey emérito, además de consejera de la Fundación Cultural de la Nobleza Española, también figura vinculada a otras sociedades con su marido y sus hijos: es apoderada de la promotora inmobiliaria Belvento Solare SL, con unos activos de 2,6 millones de euros, y consejera delegada de Urban Qapla SL (con activos de casi medio millón de euros).

El marqués de Mairena también defiende la ayuda que han prestado a los vecinos de la zona, al tener en la finca comunicación por satélite y placas solares. “Gracias a ello, toda la gente de Chera y Requena que ha querido comunicarse con sus parientes ha podido, era como una romería”, relata Ramón José de la Cierva a modo de “anécdotas”.