La fractura entre las tres fuerzas progresistas llamadas tras las elecciones a formar el nuevo gobierno valenciano se ahonda. La situación es confusa, con contactos a múltiples niveles, pero fuentes del PSPV-PSOE habían confirmado que un miembro de su partido presidirá el parlamento valenciano gracias a los votos de Ciudadanos. Poco después, Ciudadanos desmentía la noticia.
“Ciudadanos (C’s) de la Comunidad Valenciana niega que exista un acuerdo con el PSPV en Les Corts Valencianes”, aseguraba el partido en un comunicado. Además, “Ciudadanos defiende que la composición de la mesa de la cámara autonómica no ha de condicionar la Presidencia de la Generalitat Valenciana. Al respecto, considera que si el PSPV persiste en su apoyo al candidato de Compromís para el Ayuntamiento de Valencia, el diálogo entre C's y PSPV continuará suspendido”, añadía el partido de Albert Rivera.
Los socialistas, tras romper negociaciones ayer con Compromís, habrían decidido desoir la propuesta del partido de Mónica Oltra, que les ofrecía la presidencia de la cámara como gesto de buena voluntad para retomar las conversaciones.
La decisión se ha tomado después de que haya sido imposible reiniciar las negociaciones. Según el PSOE, Ximo Puig, candidato socialista, llamó a Oltra pero ésta estaba dispuesta a reunirse para hablar sólo del programa de gobierno y no de quién debe presidir la Generalitat, el verdadero caballo de batalla.
Fuentes de Compromís deslizan una versión bien diferente. Puig canceló a última hora y sin explicaciones convincentes la reunión acordada con Oltra. De una manera u otra, la brecha entre ambos partidos sigue creciendo. La primera consecuencia parecía clara: el presidente de las Corts Valencianes, un cargo con valor simbólico, iba a ser fruto de un pacto entre el PSOE (23 escaños) y Ciudadanos (13).
Francesc Colomer, diputado socialista por Castellón, sonaba como presidente. El vicepresidente del parlamento sería un miembro del partido de Albert Rivera, seguramente el coordinador regional, Emilio Argüeso, que sería apoyado por los socialistas. Los otros tres cargos serán para Compromís, Podemos y el PP, que plantea proponer a Rita Barberá, alcaldesa de Valencia en funciones, para la presidencia. Su propuesta no prosperará ya que el PP (33 escaños) tiene menos diputados que la suma de PSOE y Ciudadanos (36).
La maniobra de los socialistas apuntaba a que Puig seguía explorando la vía de Ciudadanos para poder gobernar. A día de hoy, sin embargo, esa posibilidad parece compleja. La alianza entre ambas fuerzas necesita de la abstención del PP. Y Alberto Fabra ya ha dicho que votará en contra de Puig. El posterior desmentido de Ciudadanos sobre el pacto en las Corts Valencianes, que ha pillado con el pie cambiado a los socialistas, complica aún más esa posibilidad.
Sin embargo, y pese es que la única opción mayoritaria y por tanto estable, la posible entente entre socialistas, Compromís y Podemos parece muy lejana. De momento, no han podido acordar ni la composición de la mesa de la cámara. El sainete que protagoniza la izquierda valenciana puede acabar en tragedia, aunque ahora mismo nadie se atreve a pronosticar un desenlace. La situación cambia en cuestión de minutos, pero Compromís, tras el frustrado pacto entre socialistas y Ciudadanos, reiteró su oferta: apoyará la elección de un diputado del PSPV como presidente del parlamento.
¿Cerca de la ruptura?
A pesar de esta oferta, de entrada, y a la espera de declaraciones oficiales, Compromís no ha ocultado su malestar en twitter por el pacto -finalmente frustrado- entre PSOE y Ciudadanos. “Hemos asistido a un gran teatro que acaba con el pacto PSPV-C´s, gestado en los despachos. Un teatro donde se ha querido culpabilizar a Mónica Oltra”.