El Ayuntamiento de València ha aprobado el Plan de Seguridad Vial, que establece estrategias a corto, medio y largo plazo para su aplicación durante los próximos cinco años.
El texto ha salido adelante con los votos favorables de los representantes del Govern de la Nau, y pretende la implantación de toda una serie de medidas para conseguir una ciudad más amable, accesible y sin accidentes.
Así, revela multitud de datos interesantes sobre la accidentabilidad en la ciudad de València, sobre los que se elabora una estrategia de actuación con el objetivo de reducirlos al máximo.
Según se desprende del informe, la siniestralidad urbana de la ciudad de València muestra una tendencia ascendente en los últimos años, registrándose un total de 44.047 accidentes entre los años 2012 y junio de 2017. Se esperan para 2017 unos 8.463 accidentes, descendiendo ligeramente respecto de 2016, cuando se registraron 8.557.
De esta manera, en el año 2012 se registraban una media de 21 accidentes al día. En el año 2016 la media se ha incrementado hasta los 24 accidentes al día.
En relación a los accidentes sin víctimas, con víctimas y al número de heridos
registrados, se observa la misma tendencia ascendente año tras año.
Los datos globales de accidentalidad de los primeros semestres de los años correspondientes al período 2012 a 2017, arrojan que la accidentalidad en el primer semestre del año 2017 registra los valores más altos de accidentes sin víctimas, pero por el contrario registra los valores más bajos de accidentes con víctimas y mortales, así como número de heridos leves, graves y víctimas mortales.
Además, desciende el número de accidentes con delitos implicados respecto del año 2015, registrándose 326 en 2016. A fecha del primer semestre de 2017 se han registrado 164 accidentes con delito.
El mayor número de heridos graves y víctimas mortales en accidentes se produce por superar la tasa máxima permitida de alcohol, registrándose 41 heridos graves y 3
víctimas mortales.
En cuanto a la tipología, de los 44.047 accidentes, el 30,1% de los mismos se deben a embestidas y el 25% son por alcances. Se ha incrementado este tipo de siniestro en un 19,2% en 2016 respecto de 2015.
Los accidentes por atropello disminuyen en 2016 a 484 respecto de 2015, sin embargo, a primer semestre de 2017 ya se han identificado 252 accidentes de este tipo.
Los 2.372 accidentes con víctimas y los 39 accidentes mortales por atropello, contabilizan 268 heridos graves y 39 víctimas mortales, registrando el mayor número de muertes de entre las tipologías de siniestros.
El 36,3% de los heridos graves se han registrado en accidentes por embestidas y el
28,3% en atropellos.
En el período 2012-2017 (primer semestre) se registraron 2.596 accidentes con peatones implicados, siendo el tipo de accidente que más se repite el atropello, constituyendo un 94,4% de los accidentes registrados.
Los atropellos se registran en mayor parte en los distritos de Ciutat Vella, L'Eixample y Extramurs, destacando éste último con un 10,7% del total de atropellos analizados con SIG.
En concreto, destacan las grandes avenidas como por ejemplo Fernando el Católico con 50 atropellos, Primado Reig con 40, Blasco Ibáñez con 33, Doctor Peset Aleixandre y Gran Vía Marqués del Turia con 26, Peris y Valero con 24 y la Avenida del Puerto y Pérez Galdós con 22. También es de destacar los 12 atropellos acaecidos en la Plaza del Ayuntamiento.
En cuanto a los ciclistas implicados, en el mismo periodo se registraron 1.733 accidentes, siendo la embestida y el atropello por parte de vehículos motorizados el tipo de accidente que más se repite en un 63,9% de los accidentes registrados. El distrito de Quatre Carreres es el que más accidentes con ciclistas registra, alrededor de 100.
Por otra parte, con motoristas se registran 6.124 accidentes, el tipo de accidente más frecuente es la embestida y el alcance por parte de otros vehículos motorizados, suponiendo un 57,4% de los accidentes. Extramurs, L'Eixample y El Pla del Real son los distritos donde mayor número de motocicletas o ciclomotores están implicados en los accidentes, con más de 400 accidentes.
Las intersecciones donde mayor número de accidentes se registran, son los cruces de las avenidas Hermanos Machado con Juan XXIII y Levante U.D., con 242 accidentes; en la plaza Zaragoza, donde confluyen el Paseo Alameda y la avenida Aragón con 217 accidentes; el cruce de la avenida Pio XII con la avenida de Campanar, junto al corte Inglés de Nuevo Centro con 199 accidentes registrados; avenida del Cid con la avenida Tres Cruces y la aalle Nueve de Octubre con 181 accidentes; y la avenida Blasco Ibáñez con la Avenida Cardenal Benlloch y la Calle Clariano, que registra un total de 161 accidentes.
Medidas para frenar la siniestralidad
Las políticas actuales del Ayuntamiento de València en materia de seguridad vial van encaminadas al aumento de la seguridad vial del peatón como colectivo vulnerable.
Entre las actuaciones más importantes recogidas en el Plan de Movilidad Urbano Sostenible de València de 2013, con las cuales se alinea el Plan de se Seguridad Vial, se encuentran la expansión de las zonas peatonales en el centro de la ciudad y la
peatonalización de calles estratégicas.
Para ello, se prevé la implantación de grandes itinerarios peatonales, reubicar pasos de peatones, mejorar las condiciones de visibilidad en cruces, canalizar el flujo de peatones hacia los pasos señalizados impidiendo el cruce por zonas no reguladas, mejorar la iluminación de los pasos de peatones para dar mayor visibilidad de los peatones a los conductores y realizar pruebas piloto de pasos peatonales inteligentes.
En cuanto a medidas para reducir la accidentabilidad ciclista, está previsto actualizar en la Ordenanza de Movilidad de la ciudad de València, la definición de las diferentes tipologías de itinerarios ciclistas y la regulación de circulación de todos los usuarios en cada uno de ellos.
Además, entre otras actuaciones, se pretende mejorar la visibilidad en intersecciones de itinerarios ciclistas con carriles de circulación de vehículos a motor, mejorar la visibilidad en cruces de itinerarios ciclistas con itinerarios peatonales, reducir el riesgo de ciclistas en calzada en ausencia total o parcial de carriles bici o vías señalizadas, reforzar la señalización en intersecciones no reguladas, revisar las fases semafóricas en intersecciones reguladas y valuar el estado de conservación de los itinerarios ciclistas existentes con una periodicidad de 5 años.