A la vista de la “gravedad de los hechos denunciados”, la sección quinta de la Audiencia Provincial de Valencia ha acordado reabrir la causa contra dos agentes de la Policía Local de Vilamarxant (València) que fueron grabados por el teléfono móvil de un detenido fabulando una supuesta agresión para justificar el arresto. Un vecino de la localidad, Celso D. R., grabó con su terminal telefónico una discusión con una vecina por la que fue detenido. Sin embargo, el teléfono continuó grabando durante más de cinco horas mientras el hombre permanecía en el calabozo por un supuesto delito de atentado contra la autoridad. Tras el archivo, el vecino, con antecedentes penales, denunció a los dos agentes por los presuntos delitos de detención ilegal, denuncia falsa y falsificación de documentos públicos.
El audio registra las conversaciones entre los agentes de la Policía Local que procedieron al arresto y que tenían dudas sobre la detención. “Está muy cogido con pinzas (...). Tenemos que poner que estaba violento”, dice una agente en la involuntaria grabación.
A pesar de que la grabación salvó al detenido de enfrentarse a una acusación por un supuesto delito de atentado contra la autoridad (con penas de hasta cuatro años de prisión), la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Llíria sobreseyó la causa contra los uniformados, en una resolución del pasado 20 de abril, alegando que la grabación era “ilegal”.
La Audiencia Provincial de Valencia, en un auto al que ha tenido acceso elDiario.es, considera que las razones aducidas por la instructora son “crípticas”. Así, el sobreseimiento acordado “se antoja prematuro y no está justificado”, apostilla. La defensa del detenido, en su recurso de apelación contra el sobreseimiento de la instructora, consideraba que la grabación era una prueba “plenamente válida”, aludiendo a la jurisprudencia del Tribunal Supremo.
El auto, del pasado 27 de septiembre, reprocha a la jueza que acordara el sobreseimiento “sin haberse practicado actividad instructora alguna” y con razones que “se antojan más propias de otro momento procesal”. Dada la “gravedad” de los hechos, la resolución revoca el sobreseimiento provisional, acuerda la continuación del procedimiento y pide a la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Llíria una “mínima actividad instructora”.
El hombre fue detenido el 12 de noviembre del 2022 tras el incidente con la vecina. Celso D. R., quien había llamado a la Policía Local, activó la grabadora de su móvil para registrar la discusión. Tras la detención, el teléfono continuó grabando en comisaría la conversación entre los agentes. En el audio, la uniformada reconoce: “Pienso que la he cagado”. Los dos policías, según se desprende de la grabación, proceden a inventarse una supuesta agresión para justificar el arresto.