Vuelta a la casilla de salida del Parque Central. El Gobierno central ha presentado este martes un anteproyecto alternativo -elaborado de forma unilateral- ante las otras dos administraciones implicadas, el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat Valenciana. Y la respuesta que ha obtenido ha sido clara: enfado y rechazo por el recorte que plantea la nueva propuesta y por los efectos que tendría sobre el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU).
La negativa al proyecto ha sido planteada por el alcalde de Valencia, Joan Ribó, y la consellera de Vivienda y Obras Públicas, María José Salvador, y obligará a que una comisión formada por el Gobierno central, el Ayuntamiento y el Consell se reúna con el objetivo de acercar posturas. Aunque, de momento, estén muy alejadas.
La propuesta presentada por el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar, supone una reconsideración del Parque Central que se iba a ejecutar. Y eso ha soliviantado a las dos administraciones locales. Recorta en casi la mitad el coste de la inversión -que pasaría de los 2.800 millones de euros a 1.426 millones- gracias a que reduce de dos a uno los niveles de soterramiento de la estación.
La reducción de los niveles, sin embargo, tiene un impacto directo sobre el planteamiento previsto. Al quedarse a un nivel y tener que integrar en el mismo diferentes modalidades de transporte -cercanías, AVE, etc.-, los rascacielos, cuya construcción estaba prevista en el Parque Central, no se podrían construir en el lugar fijado. Eso conllevaría retocar el PGOU -con lo que se ralentizaría aún más el inicio del Parque Central- y haría más inviable una construcción fundamental porque de las plusvalías obtenidas se financiaría la parte que tendría que abonar el Ayuntamiento -un 25%, como la Generalitat-. Una operación urbanística que en su día estuvo rodeada de polémica y fue criticada por la oposición de izquierdas.
Gomar ha justificado la solución adoptada argumentando que soterrar a dos niveles comportaría un aumento del 60% del coste del proyecto. No obstante, ha reconocido que con ello las torres de vivienda no se podrían edificar tal y como estaba previsto porque afecta al PGOU. “Eso es lo que hay que discutir”, ha afirmado.
Además, Fomento plantea realizar el proyecto en tres fases. En la primera, se soterrarían las vías de alta velocidad y convencionales hasta el puente de Giorgeta; en la segunda fase, se haría el soterramiento de ambas estaciones en un único nivel; y en la tercera y última, se enlazaría con el túnel pasante que construiría Adif. “Había una serie de elementos como la estación de Aragón y la Estación Universitaria, y hemos visto que en ningún momento están cuantificadas”, ha criticado el alcalde.
Ribó, mientras Salvador asentía con la cabeza mostrando sintonia, ha censurado que “el proyecto original tenga un estudio informativo y este sea solo un anteproyecto, con lo que se retrasaría la puesta en marcha al menos cinco años”. Y ha considerado el corredor mediterráneo, el túnel de Serrería, el eje pasante y la nueva estación como “parte de la misma solución”.
“El anteproyecto se ha elaborado de forma unilateral, sin reunirse técnicos de las tres administraciones implicadas”, ha censurado Salvador. “Es inviable y no tiene una calendario de cumplimiento”, ha agregado. El tren del Parque Central sigue atascado.