La reinvención del tripartito
Mucho. Muy deprisa. Es lo que está pasando en la política autonómica, en la que hasta hace muy poco el PP sacaba a pasear la imagen del hombre del saco de un tripatirto que ahora acaba de redefinirse, así, a golpe de la batuta de Podemos, que es quien está dirigiendo la orquesta pre electoral, le guste más o menos a los que mandan.
El PP va descompasado y perdido en su respuesta a los grandes cambios que se producen y es comprensible, porque son rápidos y chocan de frente con los principios y las formas de los populares. Esquerra Unida y Compromís están más avispados y por eso ya están haciendo gestos para formar una posible mayoría de cara a mayo, la reinvención de un tripartito que por el momento no pasará a ser un pacto a cuatro bandas, al menos no por la entrada de los socialistas, dada su negativa a formar pactos preelectorales.
Quien sí que podría suponer una cuarta pata o formar parte de coaliciones más pequeñas, sobre todo en ayuntamientos, es Guanyem; Podemos ha señalado que podría ir a las elecciones en Valencia y Alicante de su mano, aunque aún no se ha confirmado. EU sí que ha formado frente con el movimiento ciudadano en el municipio de Torrent. En cualquier caso, la situación de Guanyem es aún débil, pues en Barcelona ha apostado fuerte por una cabeza visible con tirón como es Ada Colau, pero en la Comunidad Valenciana y en sus capitales no cuenta aún con encabezamientos similares ni pactos en firme a nivel más general.
Compromís sí ha cerrado ya el frente que tenía abierto con la bicefalia entre Mónica Oltra y Enric Morera, al quedar la primera como cabeza de cartel, en una apuesta por no desperdiciar la mayor popularidad de la diputada, que es la política mejor valorada.
En la coalición de izquierdas, hacen un movimiento de despeje también inteligente: Cayo Lara y Marga Sanz dan paso a la nueva generación de JASP representada por Alberto Garzón e Ignacio Blanco. Al ceder el testigo de la primera línea, Lara ha hecho unas declaraciones de “dignidad política”, advirtiendo que pactar no es claudicar, sino acercar programas comunes, aclarando que Podemos tiene clarificar sus propuestas y que prefiere “la copia al original”. Una postura realista y coherente.
No tan a la altura de las circunstancias me ha parecido la de Felipe González, que recordaba ayer a Pablo Iglesias que seguramente el líder de Podemos “es más viejo” que él, aludiendo a unas ideas que él hace mucho que no comparte. En la misma línea y usando la misma palabra, lo “viejo” que representa Podemos, hizo declaraciones Pedro Sánchez, mostrando que, como él mismo afirma, tiene como referente al sevillano, pero probablemente ni ese mentor ni ese abominar de las raíces del socialismo le van a reportar grandes beneficios en la coyuntura actual. Seguramente, un error que tapa algunos aciertos que está logrando en política comunicativa.
Volviendo al panorama autonómico, todos los partidos han elegido el sistema de primarias abiertas, excepto el PP, cuyo presidente, Alberto Fabra, ha afirmado que el procedimiento es “una moda” que en ocasiones ha resultado “un fiasco”, en su línea de ponerse orejeras de burro para no salirse de su camino aunque sea un camino sin salida.
En el caso de EU, la participación en las primarias ha sido de algo más de 4.000 personas e Ignacio Blanco ha obtenido el 53% de los apoyos. Las cifras suben considerablemente en el caso del PSPV-PSOE, con algo más de 40.000 participantes en su proceso y un apoyo de casi el 70%, pese a que la elección de primarias abiertas no era un procedimiento que Ferraz tuviese claro. Superando todos los records, en el ámbito español, Pablo Iglesias, con un 88% de apoyos.
En la Comunitat, Podem puede aprovechar este empuje nacional pero a nadie escapa que le urge clarificar y concretar las propuestas económicas y sociales, y buscar caras reconocibles y comunicativas, como las de Madrid, algo que está previsto resolver en febrero. Quizás los tiros vayan por los rostros femeninos, ya que Ángela Ballester, del círculo de Bellreguard, y Sandra Mínguez, del de Valencia, han entrado a formar parte del Consejo Ciudadano de Podemos elegido este fin de semana a nivel estatal.
No obstante, por el momento, la única mujer destinada a liderar una candidatura autonómica es Oltra, sólo esta política se cuela en los puestos de salida electorales acaparados por hombres. Aunque esto podría cambiar en breve si se confirman los globos sonda que han apuntado a Rita Barberà como presidenciable. Muy surrealista, en la línea a la que el PP nos tiene acostumbrados, es ver cómo el partido se puede estar planteando subir en el escalafón a la alcaldesa que reina tras 24 años en el sillón del pleno valenciano, todo lo contrario a lo que apuntan las tendencias de renovación política y que encima se aferra al poder aún estando oscurecida por la sombra del caso Noos, Emarsa o la gestión de espaldas a la ciudadanía del Cabanyal. ¿Y tienen reaños de calificar de populista a Podemos con esta mujer por bandera?
A propósito de Noos y de Barberà, grande, grandísima, la actuación estelar de su segundo de abordo con ella como anfitriona, el ya inolvidable Alfonso Grau, que pasará a la historia mediática del humor español por la facilidad para hacer de sus frases lemas para el descojone nacional. ¡Porque me da la gana! Pues eso, mientras los demás toman posiciones en la carrera electoral bajo el convencimiento de que ya nada es igual, vosotros a lo vuestro, los mismos fondos podridos y las mismas formas chusqueras y, esas sí, muy, muy antiguas.
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