La restitución de la sanidad pública para todos los habitantes de la Comunitat Valenciana, esquilmada por el PP en plena oleada de recortes, ha sido unos de los principales objetivos del nuevo Consell que preside Ximo Puig.
Tanto es así, que una de las primeras medidas aplicadas por la consellera de Sanidad, Carmen Montón, nada más tomar posesión del cargo a medidados del año 2015, fue devolver a las mujeres solas y parejas de mujeres la posibilidad de someterse a tratamientos de reproducción asistida, un derecho que el PP les arrebató en el año 2012.
Dos años después, el número de pacientes que se han sometido a técnicas de embarazo han aumentado. Así, según datos de la Conselleria de Sanidad, los hospitales General y La Fe, dos de los más representativos en cuanto a técnicas de reproducción asistida (aunque se realizan en todos los hospitales públicos), en el año 2014, con el veto a mujeres solas y parejas de lesbianas en vigor, iniciaron tratamientos a 3.293 pacientes.
Un año más tarde, tras el cambio de Gobierno en la Generalitat y tras la restitución en octubre del derecho a someterse a técnicas de embarazo a todas las mujeres sin excepción, se iniciaron tratamientos a 3.410 pacientes, un 3,5%.
El año pasado, la tendencia siguió al alza con 3.453 tratamientos iniciados en estos dos centros hospitalarios, un 4,8% más que en el año 2014.
Al respecto, fuentes de Lambda han comentado que esta situación ha sido posible “gracias al trabajo de los diferentes colectivos LGTB que consiguieron que la mayoría de los partidos políticos se comprometieran a incluir la derogación de la ley discriminatoria en sus propuestas programáticas para las pasadas elecciones”.
El 16% de la población fértil tiene problemas
Precisamente, la consellera de Sanitat Universal i Salut Pública, Carmen Montón, visitó el pasado mes de junio las nuevas instalaciones de la Unidad de Medicina Reproductiva del Hospital General de Valencia, que se ha trasladado a la primera planta del Pabellón Materno-Infantil donde actualmente cuenta con una superficie de 390 metros cuadrados.
La ampliación y reforma de la unidad ha consistido en habilitar un espacio que integra 3 consultas interconectadas, 3 laboratorios de reproducción asistida (andrología, criobiología y embriología) y un despacho, un quirófano, un hospital de día y una zona para reuniones.
También dispone de una habitación para la extracción de semen, 2 salas de espera (una general y otra para técnicas), vestuarios y aseos, almacén y zona para limpieza de material. Todo ello ha requerido una inversión de 352.890,39 euros.
Según el gerente del hospital, Enrique Ortega, se está produciendo un incremento
importante de problemas relacionados con la fertilidad, que afecta aproximadamente al 16% de la población fértil: “La infertilidad y su tratamiento genera un gran impacto psicológico y personal que se vive con especial intensidad, por eso es importante contar con unos espacios adecuados y con unos profesionales que acompañen a los pacientes en todo el proceso para que se establezca una confianza y una comunicación que conduzca a conseguir el nacimiento de un niño sano”.
La edad media de las pacientes atendidas es de 33 años y el periodo medio desde la recepción de la propuesta hasta la realización de la primera visita en la unidad es de menos de un mes.
Desde que en mayo de 2005 esta unidad realizó la primera punción ovocitaria, ya ha realizado más de 6.000 tratamientos.
En 2016, se atendió un total de 5.424 consultas sucesivas y 775 nuevas visitas y se hicieron 579 tratamientos iniciados: inseminación artificial, criotransferencia y fecundación in vitro, con una tasa de embarazo total del 18,58 % en inseminación, la criotransferencia alcanzó un 51,47% y fecundación in vitro un 47,24%.
Durante en el primer semestre de 2017 ya se han registrado 1.892 visitas y se han realizado 202 técnicas de reproducción humana. Hay que resaltar que el 70% de las transferencias se hacen de un solo embrión porque se obtienen muy buenos resultados.