George Orwell alumbró una elocuente expresión para definir la injusticia. Aquel ‘todos somos iguales, pero unos más iguales que otros’ de su ‘Rebelión en la granja’ se ha popularizado con el tiempo a fuerza de no perder vigencia. Buen ejemplo de ello es el decreto 16/2012 del Gobierno del PP aprobado en abril de 2012 por el que se excluyó de la asistencia sanitaria normalizada a cientos de miles de ciudadanos, entre otros a migrantes en situación irregular.
Frente a ello, frente a la (des)igualdad de las normas que establecen, según el discurso orwelliano, que unos ciudadanos son más iguales que otros, el Gobierno valenciano cree firmemente que la dignidad y la igualdad no es negociable. Lo demostramos semanas después de formar Gobierno, en el primer decreto que firmó el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. En julio de 2015, el decreto 3/2015 reinstauró la universalidad de la atención sanitaria en la Comunitat Valenciana. Nadie debe ser más igual que otro.
Lo hicimos y lo mantenemos a pesar de las trabas que nos puso el Gobierno al recurrir el decreto al Tribunal Constitucional. Estamos convencidos de que la cobertura sanitaria universal es un pilar fundamental de la atención sanitaria. Así lo entendió también el Constitucional al levantar la suspensión que pidió el Gobierno, al apuntar que el derecho a la salud posee una importancia singular en el marco constitucional que no puede verse desvirtuada por un presunto ahorro que no ha podido ser concretado.
Y así lo entiende también la Organización Mundial de la Salud. En la pasada asamblea que celebró este organismo, celebrada el pasado mes de mayo, su presidenta, Margaret Chan, insistió en el que se ha convertido en uno de sus principales caballos de batalla al frente de la OMS: la atención universal.
Chan destacó que la cobertura sanitaria universal es “la máxima expresión de igualdad y de justicia para que nadie se quede atrás”. Y una medida imprescindible para atender los nuevos retos sanitarios mundiales y de salud pública. Nosotros también estamos convencidos de que este es el camino.
Después de poco más de un año, más de 10.300 personas han recuperado la atención sanitaria sin más condición que ser ciudadanos y ciudadanas. Ni su lugar de origen ni su pasaporte ni papel alguno penalizarán ya sus derechos. Una sanidad de y para todos y todas. Es decir, universal y pública. Los dos pilares sobre los que se sustenta una gestión que vela por la rentabilidad social frente a hipotéticos ahorros económicos a costa de las personas más vulnerables.
Una vez superado el primer aniversario del decreto 3/2015, la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública ha lanzado una campaña para recordar que todas las personas tienen garantizada la asistencia sanitaria. La hemos impulsado junto con entidades como Odusalud, que agrupa a 85 asociaciones, Amnistía Internacional y Cruz Roja, con las que trabajamos para velar por el cumplimiento del decreto que recupera la universalidad de la atención sanitaria en la Comunitat Valenciana.
El objetivo de la campaña es muy sencillo: que ningún beneficiario ignore que basta con acercarse a un centro de salud o a un centro municipal de servicios sociales de cualquiera de las tres provincias para poder ser atendidos de manera integral en la red pública valenciana.
Con la colaboración de las entidades que trabajan con colectivos de inmigrantes se ha distribuido carteles en centros sanitarios y locutorios con mensajes en rumano, inglés, árabe y chino además de en castellano y valenciano. Todo ello para dejar bien claro el mensaje: En la Comunidad Valenciana todas las personas, por el hecho de serlo, tienen derecho a la asistencia sanitaria.