“Hay que ser respetuosos con el aspecto de los hijos y reforzar sus cualidades personales por encima de las físicas, facilitar su expresión emocional y llevar a cabo una alimentación normal, sin excesivas dietas, para prevenir riesgos de cara a posibles trastornos de conducta alimentaria”.
Estos son solo algunos de los puntos que el doctor Luis Rojo, catedrático de Psiquiatría y experto en trastornos de conducta alimenticia, aconseja a los padres de hijos en edad adolescente, puesto que son aquellos que más riesgo tienen de padecer alguna patología de este tipo.
Y es que, según los datos aportados por la Conselleria de Sanitat, durante el pasado año se diagnosticaron 9.200 nuevos casos de anorexia (carencia de apetito) y otros 402 de bulimia (inducirse vómitos después de comer).
Las cifras se han mantenido estables en los últimos años con pequeños altibajos. Así, por ejemplo, en el caso de la anorexia, en 2012 fueron 8.231 las personas a quienes se les diagnosticó esta patología, en 2013 fueron 9.829 casos, 10.351 en 2014 y 9.811 en 2015.
En cuanto a la bulimia, en 2015 se registraron 439 nuevos casos, por los 578 de 2014, los 559 de 2013 y los 451 de 2012.
Además, según las mismas fuentes, los centros de atención primaria atendieron el pasado año 33.372 consultas relacionadas con ambas patologías y se registraron 147 hospitalizaciones.
Sobre los perfiles de los pacientes, en el caso de la anorexia, el 65% de las atenciones se realizaron a mujeres, un porcentaje que se eleva al 90% en el caso de la bulimia.
Al respecto, el doctor Rojo ha comentado que la prevalencia de estos trastornos se mantiene estable y que “las cifras no son alarmantes”.
En este sentido, ha explicado que “la población es cada vez más consciente del problema, antes el afectado tendía más a esconderse y había más desconocimiento, ahora hay un reconocimiento social más amplio y los padres saben que puede haber algo cuando ven que sus hijos pierden más peso de lo que puede ser normal”.
En cuanto a los perfiles, ha asegurado que “no ha habido grandes cambios”, aunque sí han detectado últimamente “pacientes muy jóvenes, de hasta 12 años”.
En cualquier caso, Rojo ha afirmado que la gente debe saber que “esto es algo se cura”. De hecho, “entre un 80% y 85% de los pacientes aceptan el tratamiento sin problemas, y el resto, no es que no se curan, sino que les cuesta algo más”.