La sentencia de la rama valenciana de la trama Gürtel que certifica que el PP valenciano se financió irregularmente en las campañas electorales de 2007 y 2008 deja algunos interrogantes o cabos sueltos que el propio magistrado José María Vázquez Honrubia reconoce: las responsabilidades penales del expresidente de la Generalitat Francisco Camps y los beneficios que los empresarios corruptos recibieron a cambio de pagar los actos de campaña. En ambas, otros procedimientos judiciales deberían aportar luz.
Eso sí, según el propio titular del juzgado central de lo penal de la Audiencia Nacional, gracias a las confesiones habidas durante la vista oral se podrán esclarecer con mayor facilidad las dos piezas que quedan pendientes, el saqueo de la visita del Papa a Valencia en 2006 y la pieza de los contratos de Orange Market con el Gobierno de Francisco Camps. “No cabe duda de que en este juicio se han producido una serie de confesiones, o declaraciones de autoculpabilidad que por su contenido pueden enlazarse como informaciones valiosas y relevantes. Relevantes porque han permitido desde las primeras sesiones aclarar definitivamente unos hechos cuyo desentrañamiento se venía persiguiendo por distintos jueces y tribunales desde 2008 y valiosos porque solo en la Comunidad Valenciana quedan pendientes de enjuiciar dos piezas más en estos momentos, que obviamente se verán facilitadas por las declaraciones prestadas en este juicio”, relata el magistrado.
Sobre los nueve empresarios corruptos que han reconocido los hechos, el juez valora esta actuación porque ha permitido esclarecer los hechos desde el primer día del juicio. Pero recuerda que los pagos de los actos no se hicieron a cambio de nada. Con estas aportaciones “es fácilmente deducible que estos empresarios se colocaban en situación privilegiada, no solo para mantenerse como contratistas de la administración regional sino, evidentemente, para colocarse en situación especialmente ventajosa, por no decir monopolística, en contratos futuros”.
Estos beneficios ilícitos, que no se han enjuiciado en esta rama de la Gürtel porque no se investigaron desde un principio y que hubieran llevado emparejados una ristra de nuevos delitos, considera el juez, “se examinarán o habrán de examinarse en las diversas piezas derivadas del tronco originario”.
Respecto a Francisco Camps y a su vicepresidente Víctor Campos, ambos señalados como cabecillas de la red en el juicio, pero que declararon como testigos, el magistrado ironiza sobre su conocimiento de la red corrupta. “La declaración de Víctor Campos y de Francisco Camps ha sido totalmente infructuosa para aclarar los hechos enjuiciados, nada saben, nada recuerdan, nada reconocen”, relata en la sentencia.
Vázquez Honrubia concluye, pues, que Francisco Camps tenía derecho a no declarar contra sí mismo pero recuerda que al expresidente de la Generalitat Valenciana le quedan otras tres piezas abiertas “de esta trama”. Se trata de la investigación del agujero en la fundación creada para la visita del Papa y de las dos causas abiertas por la celebración de la Fórmula 1 en Valencia, la negociación con el magnate Bernie Ecclestone y la asunción de obligaciones económicas millonarias y la construcción del circuito urbano de Valencia. En esta última pieza, la Fiscalía Anticorrupción sospecha que podría haber financiación ilegal.