El oficial de la Guardia Civil que amenazó a la alcaldesa de Paiporta con “partirle las piernas” alega que utilizó “jerga futbolística”
La fiscal Yolanda Domínguez, que abrió de oficio una investigación al comandante de la Guardia Civil que fue grabado animando a unos subordinados a “partirle las piernas” a la alcaldesa de Paiporta, Isabel Martín, ha decidido archivar la causa. Domínguez considera que podría existir un delito leve de amenazas, pero que estaría prescrito al haber pasado más de dos años desde que sucedieron los hechos. El Ministerio Público refleja en su propuesta de archivo que debe ser el Instituto Armado el que investigue si la actuación del oficial Eduardo Aranda pudiera ser constitutiva de “algunas de las faltas previstas en el capítulo I del título II de la Ley Orgánica 12/2007, de 22 de octubre, del régimen disciplinario de la Guardia Civil”.
El comandante Aranda, que en estos momentos se encuentra haciendo tareas administrativas en el cuartel de Patraix, en Valencia, a la espera de destino tras ser apartado por la publicación de los audios, alegó ante la fiscal que los audios habían sido “cortados y descontextualizados” y que la expresión “partirle las piernas” fue un “símil futbolístico” para “hacer ver a sus subordinados la necesidad de esforzarse más para desempeñar mejor sus contenidos”. Aranda reconoció su voz en los audios y que las afirmaciones las realizó ante otros mandos, pero que se enmarcan dentro de una “conversación más amplia”, donde también habló de “haber entrado al ayuntamiento y haberle partido la cara”.
Para el archivo de la causa, la fiscal argumenta que la alcaldesa no denunició los hecho en su día “al no tener conocimiento” de los mismos y que tampoco presentó denuncia. “Dichas expresiones no fueron proferidas en presencia de la persona aludida ni se desprende que se hubieran pronunciado con la finalidad de hacérselas llegar por algún medio para perturbar su tranquilidad y ánimo”. Por ello, considenta que el acto solo se podría enmarcar como un delito leve de amenazas que estaría prescrito al haber transcurrido hace más de dos años.
La fiscal explica en su decreto de archivo que el 30 de julio de 2020 incoó diligencias de investigación penal tras tener conocimiento de las grabaciones publicadas por elDiario.es. El Ministerio Público remitió un informe a la compañía de Valencia para interesarse por las actuaciones que hubiera tomado con respecto a este comportamiento. La respuesta fue que el 17 de julio, el comandante Eduardo Aranda “había dejado el mando de la compañía de Paiporta, al habérsele nombrado una comisión de servicio a la jefatura de la comandancia con sede en València”, donde se encuentra en estos momentos.
Posteriomente la fiscal decidió llamar como investigado a Aranda y a la alcaldesa de Paiporta como perjudicada. Tras escuchar a ambos, entiende que la causa penal se debe archivar por estar prescrita e insta a la Guardia Civil a seguir el procedimiento administrativo para una posible sanción. De momento, el oficial mantiene empleo y sueldo.
Pero los problemas del comandante Aranda no han sido los únicos que tiene pendientes. El comandande de la Guardia Civil ya fue suspendido tres meses en 2019 por vejaciones contra la alcaldesa de Paiporta en reuniones privadas con otros mandos y guardias. “Esta me va a comer el nabo”, llegó a confirmarse que dijo en la información reservada que le abrieron tras estas afirmaciones. La cautelar de tres meses se cumplió, pero sin cerrarse el expediente, donde no se tomó declaración a nadie y con la salida de la instructora tras denunciar presiones, según publicó el periódico Levante-EMV.
Por otra parte, sus problemas disciplinarios dentro de la Guardia Civil no dejan de crecer así como las denuncias de sus subordinados. Además de la investigación en la que está imputado por haber intentado supuestamente impedir una investigación, en el Juzgado Togado Militar central número 2, tiene abierta otra causa. En su anterior destino en Huelva también fue denunciado por sus subordinados por trato degradante y abuso de autoridad.
17