La central nuclear de Cofrents ha sufrido dos incidentes consecutivos este miércoles 15 de diciembre mientras estaba poniéndose en marcha, después de estar parada por recarga de combustible durante más de un mes.
Tanquem Cofrents, que ha calificado los incidentes de “averías”, en un comunicado ha explicado que mientras la central estaba aumentando lentamente su potencia la presión en el pozo seco del reactor ha subido por encima de los valores que correspondían a la potencia a la que estaba funcionando (al 28% de los 1100 MW de potencia que tiene Cofrentes), “sin que la causa de esta subida de presión se haya explicado aun por parte de la dirección de la central o del CSN (Consejo de Seguridad Nacional)”.
A este incidente el colectivo añade que le ha sucedido otro, puesto que cuando se ha querido bajar la potencia para investigar la causa de esta sobrepresión, al mandar bajar la velocidad de las bombas de recirculación del agua de refrigeración, estas bombas se han parado. Tanquem Cofrents, para explicarlo, ha hecho un comparación: “es como si al notar un problema en el coche, le quisieras quitar una marcha y el motor se parará de golpe”.
Apuntan que estas bombas son “partes esenciales del reactor”, ya que son las que mantienen el agua que esta en contacto con el uranio circulando y que van extrayendo el calor que va generando el uranio. En el caso extremo afirma esta asociación que “si estas bombas se paran el calor que va acumulando y va aumentando la temperatura y la presión hasta que puede llegar a fundirse el uranio o tener que soltar el vapor radioactivo que se genera. Es decir, lo que ocurrió en Fukushima cuando las bombas pararon por falta de alimentación eléctrica”.
En resumen Tanquem Cofrents advierte que “las bombas que mantienen el agua en circulación no han parado por falta de alimentación eléctrica sino por otra causa, aun no explicada, pero es muy significativo y especialmente grave, que no haya sido una sola bomba la que ha se ha parado, sino varias, sin que la información proporcionada hasta ahora por el CSN especifique si han sido solo algunas de ellas o todas”.
Los ecologistas denuncian la “continua sucesión de accidentes y mal funcionamientos”, recordando dos paradas no programadas en septiembre, “demuestra, una vez más, que la central, que ya lleva más de 38 años en funcionamiento, esta vieja y deteriorada. Mantenerla en marcha supone un riesgo inasumible para la sociedad valenciana, a consta de aumentar aun más los obscenos beneficios de Iberdrola, cuando además es absolutamente innecesaria”.