Este viernes prosigue el 'caso Cooperación', o 'caso Blasco' como prefieren que se denomine desde la Coordinadora Valenciana de ONGD para evitar que se ensucie la labor de las organizaciones que se encargan de proyectos de cooperación para ayuda al desarrollo, y lo hace con la declaración del presunto cabecilla de la trama, el empresario de Alzira Augusto César Tauroni, hasta ahora el único encarcelado por el desvío de 1,8 millones de euros de subvenciones para proyectos en Nicaragua a la adquisición de cuatro inmuebles en Valencia.
El 25 % de las subvenciones concedidas a la Fundación Cyes -456.960 euros- fueron a parar a la empresa Gestiones Iniciativas Arcmed, propiedad de Augusto César Tauroni.
Tauroni, a quien el exconseller Rafael Blasco reconocía conocer desde hace más de una década aunque sin tener una relación de “amistad o confianza”, reconocía ante el juez que se ofreció para ayudar a Marcial López, presidente de la Fundación Cyes y también imputado en la causa, en sus proyectos de cooperación internacional con el objetivo de “ganar dinero”, según informa Europa Press.
Así mismo, y según informa EFE, el empresario ha afirmado que López le dijo que preguntó al exjefe de área de Cooperación Sergio Aguado si con el dinero de la subvención podía adquirir unas oficinas para la fundación para hacer los proyectos subvencionados y el responsable público le dijo que sí.
De igual forma, ha destacado que la Fundación Cyes nunca ocultó que fuera a comprar unos pisos pues estaba incluido en el documento presentado ante la Conselleria para optar a las subvenciones y fue aceptado por funcionarios que, según ha dicho, “no están hoy aquí”.
“Frente al vicio de pedir, está la virtud de no dar”, ha señalado Tauroni, quien ha asegurado que López, a quien ha dicho conocer desde hace 15 o 20 años, estaba “muy angustiado” al enterarse por la prensa de que lo hecho estaba “mal”, pues ha insistido en que fue orientado sobre lo que era subvencionable.
Tauroni ha manifestado que recomendó al presidente de Cyes devolver el dinero o poner los pisos a nombre de quien le dijeran en la conselleria y le instó a huir de ese tema porque, según le advirtió, “la prensa te va a machacar sin tener ninguna culpa”.
Relación con Blasco
Ha asegurado también que su primer contacto con el entonces conseller Rafael Blasco, procesado en la causa, fue cuando este era titular de la Conselleria de Bienestar Social, pues tenía un pequeño contrato con ese departamento para la gestión de las minusvalías.
A preguntas del abogado de Blasco, Javier Boix, ha señalado que la relación con el exconseller es “cordial” pero no de amistad; ha destacado que es una persona “muy humana” y que “siempre intenta ayudar a la gente”, y ha negado haberle pagado dinero o compartir negocios con él, así como haber recibido información privilegiada.
Tauroni ha resaltado durante el interrogatorio que se apuntaba a todo lo que era “facturar y ganar dinero”, al tiempo que justificaba la adquisición de inmuebles por parte de la Fundación Cyes “para oficinas”, además de declarar que la compra de oficinas con las subvenciones otorgadas para cooperación en Nicaragua estaba avalada por la Conselleria de Solidaridad.