Los trabajadores denuncian a Marina Salud por ocultar una evaluación que expone la gran carga de trabajo de la plantilla

elDiariocv

Dénia —

El comité de empresa ha conseguido que la concesionaria del Hospital de Dénia y de la sanidad en la comarca, Marina Salud, le entregue por fin una encuesta de riesgo psicosocial que plasmaría la insatisfacción de la plantilla por la gran carga de trabajo que sufre. Ahora bien, los sindicatos han podido obtener esa evaluación de la mercantil sólo después de haberla denunciado una vez más ante la Inspección de Trabajo.

Fue en agosto de 2016 cuando la empresa auditora Valora Prevención realizó esa Evaluación del Riesgo Psicosocial de Marina Salud (integrada a su vez por las compañías DKV y Ribera Salud) de Denia. Dicha encuesta, que analiza entre otros aspectos la carga mental o la satisfacción laboral de la plantilla tuvo que realizarse el año pasado también a requerimiento de la propia Inspección de Trabajo y tras una denuncia anterior presentada por un sindicato como consecuencia del estrés que sufrieron los trabajadores durante el colapso del Servicio de Urgencias durante el verano de 2015 en el hospital dianense, sobre el que actualmente hay abierto un expediente sancionador.

Tras varios meses esperando los resultados de la encuesta, la empresa decretó de pronto y de forma unilateral la nulidad de la misma. Además, se negó a entregarlos a los representantes de los trabajadores, argumentando baja participación.

Según ha revelado este jueves el comité de empresa a través de un comunicado, a mediados de enero la mercantil Marina Salud señaló: “A la vista de la escasa participación y en consecuencia, la falta de validez y representación de los datos obtenidos, la dirección del Departamento de Salud ha acordado la repetición de la evaluación, previa a la adopción de medidas consensuadas con la representación de los trabajadores”. En resumidas cuentas, y según los sindicatos, “como la encuesta no les era favorable, se anulaba, no se entregaban los resultados y se volvía a repetir inmediatamente sin dar más explicaciones”.

Ante esta tesitura, el comité de empresa consiguió, con la colaboración de la Conselleria de Sanidad, una copia del informe-resumen de la evaluación de marras, fechado el 1 de noviembre de 2016. En dicho informe la empresa evaluadora señalaba que la participación había sido baja, aunque superior al 35% de la plantilla. Sin embargo, en ningún punto se indicaba que no fuera válida. Al contrario, la empresa de prevención decía que: “los resultados nos dan una visión general aproximada de la organización…, recomienda empezar a implantar las medidas preventivas propuestas y realizar una nueva evaluación a medio plazo”.

El comité añade que “ante la persistente negativa de la empresa a entregarnos los datos y darlos por nulos, nos vimos obligados a volver a pedir amparo a la Inspección de Trabajo para que instara a Marina Salud a entregarle el informe de la Evaluación de Riesgo Psicosocial al Comité de Empresa, como ha sucedido esta misma semana”.

Por otro lado, el Comité de Empresa cuestiona el nivel de participación señalado en la auditoría: “Consideramos que estaría sesgado a la baja, ya que el dato hace referencia a la totalidad de la plantilla, incluyendo bajas laborales, vacaciones (en agosto) y excedencias”.

De hecho, agrega que “en otra concesión sanitaria de la Comunitat la encuesta fue dada por válida con la misma participación que en la nuestra. Curiosamente nuestra encuesta se anula cuando la empresa conoce los resultados y no al cierre de las urnas, que fue el momento en el que supo cual había sido el nivel de participación”.

El comité de empresa finaliza aduciendo que “sólo a través de la presión ejercida por la denuncia a la Inspección de Trabajo y en la Conselleria de Sanitat, la gerencia se ha visto obligada a entregar los resultados a los representantes de los trabajadores, como era preceptivo desde un principio». Son resultados que llegan al comité con cuatro meses de retraso.

Los sindicatos se proponen ahora «vigilar el modo en que se aplican las recomendaciones del evaluador y hasta qué punto la dirección está dispuesta a consensuarlas para que tengan efecto lo antes posible, en vez de seguir dándole largas al asunto“.