Transportes aprueba la construcción de un nuevo puente para conectar la V-30 y la A-3, salvando el cauce del Turia

El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha aprobado provisionalmente el proyecto de trazado de la conexión directa entre las autovías V-30 y la A-3 en sentido a Madrid, salvando el nuevo cauce del Turia en los municipios de València, Xirivella y Mislata.

La actuación, cuyo objetivo es mejorar la funcionalidad de la conexión existente y aliviar el tráfico en la zona, cuenta con un presupuesto aproximado de 56 millones de euros (IVA incluido), según ha informado el Ministerio en un comunicado.

Además, contempla el despliegue de nuevos itinerarios para peatones y bicicletas y de medidas de protección acústica en el entorno urbano para impulsar una movilidad “activa, sostenible, segura y sana y contribuir a potenciar el cuidado del medio ambiente y la calidad de vida de la ciudadanía”.

El proyecto se someterá próximamente a trámite de información pública, lo que implica la publicación del anuncio en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

La actuación contempla la remodelación del enlace de la V-30 con la A-3, la ampliación a cuatro carriles de la autovía A-3 en sentido a Madrid desde este enlace hasta el que da acceso al aeropuerto, la construcción de seis nuevas estructuras y la ampliación de tres estructuras existentes.

Las seis estructuras nuevas son un puente paralelo al existente sobre el cauce del Turia, que servirá también para salvar también el cruce sobre la V-30; un paso inferior en el cruce A-3; otro paso en el ramal Puerto-Madrid; una pasarela ciclopeatonal sobre el ramal Valencia-Barcelona; un paso inferior ciclopeatonal bajo el ramal Valencia-Puerto y una estructura de protección para la tubería de agua potable existente.

Por otra parte, las ampliaciones sobre las tres existentes son la del paso inferior de la avenida 9 d'Octubre; la de la pasarela peatonal sobre los ramales Madrid- Barcelona, Puerto-Madrid y vía de servicio de la V-30, y, por último, la ampliación de la pasarela peatonal sobre la A-3.

Críticas de Compromís

Desde Compromís por València no se ha recibido con buenos ojos el proyecto de trazado de la conexión entre la V-30 y la A-3. Como apunta el que fuera concejal de Movilidad Sostenible del Cap i Casal, Giuseppe Grezzi, “cualquier inversión en nueva infraestructura que aumente la capacidad de vehículos y, por tanto, de tráfico hacia y desde las ciudades, es un error garrafal. Ningún país mínimamente civilizado que se esté tomando en serio los retos de sostenibilidad y medioambientales a los que nos enfrentamos en las próximas décadas está realizando infraestructuras en ese sentido”.

Como advierte el concejal valencianista, “desde hace décadas se viene demostrando que no solo la mejor, sino la única herramienta eficaz para reducir la congestión del tráfico no es el aumento de carriles (pues solo alivia la situación temporalmente para acabar llamando a más tráfico), sino la inversión en las alternativas sostenibles y más competitivas para eliminar el tráfico superfluo, que utilizaría esas alternativas si dispusiera de ellas. Y eso vale también para el tráfico pesado”.

En ese sentido, añade Grezzi, “desde hace años Compromís estamos reclamando al Ministerio de Transportes que refuerce y amplíe el servicio de Cercanías, cuya ineficacia y reiterados recortes han generado entre otros precisamente que aumente la congestión motorizada en las entradas de la ciudad por falta de servicio de trenes. En cambio, gobierne el PP o el PSOE, la respuesta siempre ha sido la misma: continuar deteriorando el servicio de trenes y hacer de vez en cuando alguna gran obra pública para aumentar el tráfico que exclusivamente beneficia a la constructora de turno y perjudica a la colectividad. Y este caso, impulsado ahora por el PSOE, encaja perfectamente en ese patrón: millones para que una gran corporación construya una infraestructura arcaica y ni un euro para mejorar el servicio de tren de cercanías como reclama la ciudadanía. Y todo además mientras tampoco se invierte en el transporte de mercancías en ferrocarril, que reduciría también la presencia de camiones y es una política europea”.