Aficionados del Levante UD denuncian acoso por parte de individuos de extrema derecha infiltrados en la grada de animación
Grepúsculos de extrema derecha tratan de ganar protagonismo y presencia en los estadios de fútbol de València. Al menos así lo han asegurado una treintena de socios del Levante UD por medio de una carta que han firmado y remitido al club en la que denuncian que miebros de la grada de animación con simbología fascista les acosan e insultan cada partido.
Fuentes del club han asegurado a elDiario.es que desconocían esta situación pero que, ante la gravedad de los hechos relatados en la misiva, mantendrán una reunión con los socios firmantes en los próximos días.
Según el escrito, al que ha tenido acceso elDiario.es, “la grada de animación denominada Levante Fans, que empezó como una grada para animar al equipo, donde estaba prohibida cualquier implicación política, símbolos, cánticos ideológicos, ha dejado de ser una grada apolítica, ya que se ha dejado entrar entre sus filas a conocidos personajes de la extrema derecha valenciana”.
Por este motivo, “muchos socios que pertenecían a la grada Levante Fans han abandonado sus filas por esta transformación política que está sufriendo esta grada, sufriendo acoso continuo por ello, sin que el club haga nada por controlar la situación”.
Según explican, esto está ocurriendo desde la temporada pasada: “Ahora, con el cambio de ubicación de la grada Levante Fans, esto no ha hecho más que empeorar. La grada no está delimitada, los socios de esta grada campan a sus anchas por todas las gradas, por las zonas comunes y lo peor, la zona de fumadores que los socios teníamos anteriormente, ahora es conjunta y está justo debajo de esta grada, confluyendo todos los socios con estos personajes que acosan, insultan, provocan sin ningún control, muestran su ideología fascista al resto de socios que bajamos allí. Llevar un tipo de vestimenta que no les guste es motivo suficiente para que nos acosen. Fue sorprendente que nadie oyera los gritos de 'Sieg Heil' en el pasado partido disputado el día 27 de agosto”.
Estos aficionados lamentan que “como socios accionistas del Club, muchos con más de 20 años de antigüedad”, se sienten “ninguneados por el club”, por lo que se están planteando ante esta situación “la posibilidad de dejar de asistir al campo y no volver a sacar el pase nunca más”. Así mismo, están poniendo en contacto con más socios y peñas que están también “hartos de esta situación”, para que sigan su ejemplo, “visto que los socios más importantes del club son los pertenecientes a la grada Levante Fans”. “Tenemos que acompañar a nuestros hijos a los baños o al bar, porque no seatreven a ir solos ya que se han recibido insultos y acoso por miembros de esta grada”, afirman.
Ante esta situación, consideran que el club “tiene que volver a delimitar la grada Levante Fans, no permitir el acceso de sus abonados hacia el resto de socios ya que sus integrantes no se saben controlar” y añaden que el Levante UD “tiene que vigilar las conductas que se están produciendo dentro de la grada conforme marca la Ley”.
En la carta, afirman que “estos miembros de Levante Fans, están teniendo acercamientos a otra conocida grada de animación de índole ultra derechista llamada Curva Nord del Valencia CF, conocido caldo de cultivo de la ultraderecha radical en Valencia”.
La víspera del 9 d'Octubre del pasado año y con la inminente apertura del juicio oral por las brutales agresiones en la marcha de hace cuatro años, la Curva Nord del Valencia CF, un grupo de hooligans heredero de los Yomus, anunció repentinamente su disolución. La directiva del polémico grupo ha anunciado en su cuenta de Twitter la disolución, “cesando totalmente” su actividad.
La directiva del club ya consiguió expulsar de las gradas a Yomus, el histórico grupo ultra que poblaba el campo de Mestalla. La Curva Nord, que se declaraba apolítica y pacífica, se creó en 2012 tras la fusión de Yomus, la peña Gol Gran y la incorporación de cientos de jóvenes con ganas, simplemente, de animar a su equipo.
Sin embargo, su entonces presidente, Javier Cervera, se vio obligado a dimitir por estar presente en la contramanifestación del 9 d'Octubre pese a afirmar que no participó en las agresiones.
Sin embargo, a finales del pasado mes de junio, se anunció la vuelta a Mestalla de una nueva Curva. Para ello, el Valencia CF dejó claro que quería alejarse de la violencia con un compromiso por ambas partes.
Por otro lado y por normativa de LaLiga, las altas a esta zona del campo tendrán que firmar un documento para acceder a Mestalla y tomar la huella dactilar. Unas directrices dirigidas a que sea un espacio libre de violencia y también apolítico. De momento, en los dos primeros partidos jugados en Mestalla no han trascendido situaciones conflictivas.
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